La iniciativa de la Consejería de Cultura de transformar el ambigú del Gran Teatro en un "café-concierto" con música en directo, entrada gratuita y copas fue acogida ayer con división de opiniones entre los hosteleros consultados por este diario, aunque aplaudida por músicos y productores. Este proyecto, denominado Compás de espera y "una alternativa" hasta que el ayuntamiento dé nuevas licencias a los bares para programar música en directo, ofrecerá todos los jueves y viernes hasta abril próximo un ciclo de conciertos de grupos y artistas extremeños y monólogos. La programación se inicia esta noche con una sesión de música negra, guitarra y bajo a cargo de Dr. G&Groove Experience Band (22 horas, entrada libre).

Aunque está previsto que las actuaciones acaben antes de la una de la madrugada para no perjudicar a los locales de copas, hay empresarios que critican la iniciativa de forma rotunda. Edson Queiroz, de Mistura Brasileira, en Pizarro, afirmó ayer que es "un parche, con el que se cargan los jueves porque, cuando quieran salir del Gran Teatro, van a ser las dos y cerramos a las dos y media", una idea que compartió Luis García, del Corral de las Cigüeñas. Y añadió: "Mientras no tengamos licencias, claro que es una competencia".

Otros empresarios están menos convencidos. David Vivas, de Barroco, en La Madrila baja, dice que este proyecto es necesario "porque la cultura es cero en Cáceres" y se ofrece a colaborar con el ayuntamiento para organizar "actividades culturales". Para Alfonso Rubio, del pub Akelarre, en la plaza Mayor, la solución sería que crear una sala específica para usos musicales.