Un joven de 19 años perdió la vida en un trágico suceso ocurrido al anochecer del jueves en la cantera de Olleta, situada en la falda de la Montaña. Cayó de forma accidental a la charca que cubre la parte baja de la vieja cantera --hoy clausurada y con acceso prohibido--, con tan mala fortuna que «rocas de gran tamaño se precipitaron» con su caída «sepultando su cuerpo», según la nota remitida ayer por el ayuntamiento. En concreto, una roca de unos 300 kilos impidió el rescate del cadáver y los efectivos de emergencias tuvieron que solicitar una grúa para poder liberarlo. Las labores se prolongaron durante tres horas.

David Quintanilla se había criado en Llopis, en una familia cacereña bastante conocida por su dedicación a la pequeña maquinaria de obra, preparación de terrenos, excavaciones y cimientos. Estaba esperando iniciar un módulo de FP de Mecánica según explicó ayer una allegada en el tanatorio, donde se ofició el funeral a las seis de la tarde tras serle practicada la autopsia por la mañana, y donde familiares y amigos se encontraban muy afectados por un accidente de semejantes consecuencias.

Era muy aficionado a la pesca. Así lo cuentan quienes le conocieron. De hecho, podría estar pescando en la charca cuando cayó al agua, un extremo que se baraja y que no ha podido confirmar este diario. Una llamada de los amigos que le acompañaban alertó rápidamente a los servicios de emergencia. «La Policía Local recibió el aviso a las 20.30 horas y se movilizaron varias dotaciones, pero al llegar ya no se podía hacer nada. Ha sido un accidente muy desgraciado», lamentó ayer el concejal delegado de Policía Local y Seguridad, Rafael Mateos. El ayuntamiento mostró su pésame a la familia,

ESPECIALISTAS / Fue necesaria la intervención de la Unidad de Rescate Acuático de Cruz Roja de Cáceres, que según detalló ayer esta organización desplazó a seis miembros y una zodiac. Los especialistas trabajaron hasta las 23.30 junto con los ocho efectivos enviados por el Parque de Bomberos del Sepei. El traslado de una grúa móvil hasta el lugar hizo posible levantar la roca y rescatar finalmente el cuerpo, que fue conducido hasta el Anatómico Forense tras decretar el juez de guardia el levantamiento del cadáver. Policía Nacional, Guardia Civil y servicios del SES colaboraron en las labores.

El ayuntamiento precisó ayer que la cantera, fruto de largos litigios, fue clausurada y está vallada desde hace seis años. «Es una propiedad privada que contaba con los cerramientos en las condiciones exigidas y estaba señalizada la prohibición de acceso a la misma», subraya el consistorio en su escrito, agregando que la policía Local gira visitas ocasionales para comprobar que se mantiene el cierre. No obstante, hasta la charca acuden con frecuencia jóvenes para bañarse y pescar (hay black-bass y carpas), por lo que la propiedad actual del terreno tiene contratados a vigilantes con vehículos de forma continuada. Este diario pudo comprobar ayer la existencia del cerramiento y de los vigilantes.

Desde la asociación conservacionista Adenex explicaron ayer que precisamente el pasado mes agosto enviaron un correo a la alcaldesa para transmitirle la preocupación de algunos vecinos de la zona, que han asegurado a Adenex que el vallado era deficitario, que advertían alguna actividad de recogida de materiales en la zona, y que era necesario instar a la restauración ambiental de la cantera una vez clausurada.