La empresa catalana Prefabricados Leo volverá a presentar su estudio de viabilidad para la construcción de más de un millar de plazas de párking subterráneo y dos edificios para usos administrativos y terciarios. Esta actuación se planifica entre las avenidas de Pablo Naranjo y la Hispanidad, en el Rodeo. El pleno de la corporación municipal volvió a abrir ayer la puerta a esta iniciativa privada, cerrada el 30 de diciembre al no prorrogarse el plazo inicial de 3 meses para que el consistorio diese una respuesta al estudio de viabilidad, que la empresa presentó por primera vez el 29 de septiembre.

Lo que hizo ayer el pleno fue revocar un acuerdo anterior del mes de abril, cuando se decidió que ese estudio de viabilidad lo realizasen los técnicos del ayuntamiento, que concluyen en informes de enero y febrero que el aparcamiento subterráneo y un edificio administrativo en avenida de Hispanidad son inviables.

¿Significa esto que no habrá aparcamiento y que se quedará en un proyecto? No, lo que supone es que la primera propuesta del ayuntamiento, que solo actuaba en una parcela de Hispanidad, se entierra, que se opta por otra más amplia, que es a la que se ha acogido Prefebricados Leo, y que en cualquier caso será necesario que se cambie el plan de urbanismo para que salga la actuación, al menos para permitir más edificabilidad en la parcela delante del tanatorio y junto a la avenida de la Hispanidad.

El origen del acuerdo que se adoptó ayer y que explica lo que significa la decisión del pleno se remonta al inicio de la legislatura, cuando se decide que se acometerían tres aparcamientos. Al final, uno de los enclaves que se eligió fue la parcela de la avenida de la Hispanidad que está delante del tanatorio. La intención era hacer debajo un aparcamiento y encima un inmueble de oficinas de titularidad pública.

Pero toda esta actuación no la afronta directamente el ayuntamiento por la falta de recursos y se recurrirá a una vía indirecta: el ayuntamiento aporta el terreno y convoca un concurso abierto a todas las empresas. La que gane, en base a la puntuación que aparece en el pliego de condiciones, redactará el proyecto, adelantará la financiación para la ejecución de los aparcamientos y los edificios, y amortizará este gasto con los beneficios que obtenga de lo que abonen los usuarios del párking y de lo que saque de la parte de los edificios de oficinas que gestione o se quede. Las condiciones exactas serán las que aparezcan en su día en el pliego.

Del aparcamiento obtendrá un beneficio durante un periodo de años (la legislación establece un máximo de 40), ya que la titularidad será siempre del ayuntamiento, que recuperará la explotación del párking pasado el periodo de concesión del servicio.

Pero esta actuación tiene un añadido más que la distingue de las dos únicas que hasta ahora se han hecho (párkings de obispo Galarza y Perú). Esta diferencia consiste en que la empresa tiene que entregar al ayuntamiento parte del edificio que haga en la avenida de la Hispanidad, en la parcela delante del tanatorio, en cuanto acabe su obra.

ACUERDO DE ABRIL El consistorio acordó en abril que esta actuación solo afectaría a una única parcela (la que está delante del tanatorio) y que su estudio de viabilidad, paso previo a todo el proceso, lo ejecutarían los técnicos del ayuntamiento. Pero ese estudio no se llegó a concretar y en septiembre se presentó otra propuesta más ambiciosa: habría dos párkings públicos (junto a la avenida de Pablo Naranjo y detrás del juzgado) y se levantarían edificaciones para usos administrativos y terciarios, en su planta baja, en dos parcelas: delante del tanatorio y en el pequeño solar que está situado enfrente, al otro lado de la avenida de la Hispanidad (debajo de ambas parcelas se harían pequeños párkings).

Solo unos días después de que se hiciese pública la nueva propuesta, la empresa Prefabricados Leo informó al ayuntamiento de que estaba dispuesta a elaborar el estudio de viabilidad (era el 29 de septiembre). El gobierno local se mostró de acuerdo con la iniciativa de la empresa catalana por, entre otros motivos, descargar a los técnicos municipales y agilizar la redacción del estudio, pero para aceptarla había que revocar el acuerdo de abril de que ese estudio lo hiciesen los técnicos del ayuntamiento. Eso se intentó antes del 30 de diciembre, cuando acababa el plazo para contestar, pero faltaba aún un trámite, que fue lo que llevó a PP y FC a votar en contra y a que caducara el plazo inicial de 3 meses.