Son una decena de personas las que cada día se apostan en Calvo Sotelo y la zona del hospital generando cierta inseguridad. En los servicios sociales se les conoce como ´los imposibles´ por su negativa a aceptar ayuda para dejar la calle. Son personas "muy deterioradas psíquica y físicamente", con "fuertes adicciones" y que en muchos casos tienen incluso una paga social, "por lo que tienen cubiertas sus necesidades básicas", según informó Basilia Pizarro.