Stephen Covey, prestigioso profesor estadounidense, decía que muy poca gente escucha con la intención de entender porque solo escuchan con la intención de responder. Tenía razón este superventas del mensaje preciso que hoy, inmersos en una sociedad presa del caos de las ideas, cobra más actualidad que nunca. De esto, de cómo debatir, de cómo transmitir, de cómo hacerlo con acierto y con éxito hablará mañana (19.00 horas) en el Salón del Actos del Centro de Adultos de Gómez Becerra Guadalupe Morcillo, experta en comunicación política y empresarial que hace de la palabra exacta el más efectivo de sus mandamientos.

--¿Qué es comunicar?

--Pensar, reflexionar, sentir, confesar... Algo más que emitir un mensaje.

--¿En nuestras relaciones informales, sabemos comunicar?

--No sabemos comunicar simplemente por un motivo: porque no empatizamos, no nos ponemos en la piel del otro y no sabemos escuchar. Para transmitir un mensaje eficaz no solo debemos ser claros y concisos sino que es fundamental que seamos respetuosos y amables con los demás.

--¿La teoría parece fácil, pero en la práctica, cómo evitar el calentón verbal?

--Si analizamos llegamos a la conclusión que tenemos muchísimos momentos de comunicación agresiva, en los que predomina el yo, mi mensaje por encima del tuyo, y eso es lo que hay que intentar evitar, ese es el trabajo y el entrenamiento que tienes que hacer cuando te va a dar el pálpito, cuando no te las piensas...

--Más allá de la palabra están los gestos...

--En un debate la comunicación verbal solamente influye un 7%, el resto lo hace la comunicación no verbal y paraverbal. La cara no solo es el espejo del alma, la cara es el alma porque en una cara, en unos gestos, se reflejan el dolor, el sufrimiento, el placer, la satisfacción... La primera impresión es la que cuenta, y efectivamente, nuestra imagen, nuestra forma de vestir, nuestra forma de movernos, nuestra forma de andar, de sonreír, comunican antes que la palabra.

--Kennedy venció a Nixon en aquel debate en el que Nixon apareció cansado, se afeitó mal y tenía ojeras. Kennedy, en cambio, era joven y guapo...

--Nixon acababa de salir del hospital y estaba en fase de recuperación. Fue el primer debate televisado en el que se descuidaron todo ese tipo de detalles: el maquillaje, el color del traje, los focos... porque independientemente de que seas más guapo o menos guapo a todos nos gusta tener buena apariencia, buen aspecto físico, y no fue el mejor discurso de Kennedy pero sí el de mejor presencia. Se suele decir que los feos también comunican, pero los feos se lo tienen que trabajar un poquito más, de manera que en ese debate ganó el que ofrecía más bondades al auditorio.

--Sin embargo Carrillo no era guapo, pero ganó muchos auditorios...

--Los políticos de la Transición eran magníficos oradores, tenían una puesta en escena maravillosa, no necesitaban ser guapos.

--Visto el panorama político, ¿definitivamente los líderes actuales se han cargado la comunicación efectiva?

--Utilizan, especialmente en campaña, una comunicación eficaz porque dicen lo que la gente quiere oír, lo que pasa es que luego no lo llevan a la acción.

--La comunicación efectiva es saber transmitir en un discurso el verdadero significado de las palabras...

--La palabra es todo, es el acto más sublime que hay en el lenguaje. Es primordial, pero si una palabra no está bien transmitida, pronunciada, entonada, no sirve de nada. Cuántos profesores de clase hemos tenido monotonos, eran magníficos pero nos aburrían como setas, frente a aquellos otros, probablemente no tan duchos en la materia, que nos camelaban por su forma de interactuar y hacernos partícipes.

--¿Tantas horas en La Sexta ha da sus frutos a Podemos?

--Se han formado en los platós de televisión y en las facultades de Ciencias Políticas. Le pasa lo mismo a Albert Rivera, que fue ganador de una liga de debates universitarios y se le nota. Han estado trabajando con el discurso y con la palabra desde muy temprana edad. Son auténticos estrategas que saben perfectamente cómo comunicar y plantear sus intervenciones y lo hacen, aunque a veces les falla la puesta en escena; porque en el debate que vimos a cuatro, Pablo Iglesias estaba muy tranquilo aparentemente pero sus gestos le estaban delatando: su forma de moverse, el sudor, el bolígrafo en la mano, los pies inquietos...

--¿Qué decir de los asesores?

--Obama presume de los suyos y los exhibe. En España el político no lo hace, parece una humillación tener un asesor y se sigue viendo, desgraciadamente, como un puesto elegido a dedo.

--Los manuales nos hablan de lo importante que es el cara a cara y sin embargo vivimos en la era de Whatsapp...

--Es cierto que las redes sociales han quitado esa parte sensible de la comunicación, ese sentimiento, esa sensibilidad de una sonrisa o un gesto. Por eso la palabra por sí sola puede conducir a errores. Hay algún video en YouTube muy curioso sobre cómo se malinterpretan las relaciones entre una pareja simplemente leyendo un whatsapp.

--Entre las recomendaciones para que un debate sea efectivo se incluyen: escuchar al otro antes de responder, ponerse en su lugar, no subestimarlo, no ridiculizar, no ironizar. Parece más bien el Nuevo Testamento...

--Eso debería ser el Nuevo Testamento no solo de un debate sino la Biblia de nuestro día a día.

--¿Definitivamente, y a tenor de esto, el debate Rajoy-Sánchez fue un esperpento?

--Un esperpento en toda regla, más un careo que un cara a cara.

--¿Pretender debatir con un hijo adolescente sin diálogo es como intentar construir una casa sin cimentación segura?

--Primero porque hay una diferencia de edad considerable entre un padre y un hijo. El padre, por norma, siempre quiere llevar la razón, estar por encima del hijo. Sin diálogo no puedes llegar a debatir y principalmente sin ponerte en el lugar de la otra persona.

--El debate es un medio para el aprendizaje y el desarrollo. ¿Se debate poco en las aulas?

--El debate debería ser una asignatura más. Ni se debate ni se lee. Whatsapp ha arruinado nuestros libros.