El embalse del Guadiloba inicia el año hidrológico que comienza el 1 de octubre con el 37,6% de su capacidad. No es el peor dato de la década, pero sí es el tercer año consecutivo con agua embalsada al comienzo del otoño por debajo de los 9 hectómetros cúbicos (el pantano tiene una capacidad máxima de 20,4). Su nivel no es menor gracias al trasvase desde el Almonte, en la cola del pantano de Alcántara, que se mantiene en funcionamiento de forma ininterrumpida desde el 3 de febrero de 2015 en uno de los periodos más prolongados con el trasvase operativo, lo que también incide en que el precio de producción del agua sea mayor al aumentar el gasto en energía.

El Guadiloba tenía almacenados el martes 7,49 hectómetros cúbicos. Es casi el mismo volumen que un año antes, el 1 de octubre de 2016 eran 7,30, pero la cota de Alcántara está más baja (203 metros sobre el nivel del mar de ahora por los 209 del año anterior).

Es esa cota, más que el Guadiloba o proyectos inconclusos como traer agua desde Portaje, lo que realmente determina que Cáceres cuente con suministro. Siempre que esté por encima de la 194 no se contempla por parte de la Confederación Hidrográfica del Tajo ningún escenario de prealerta o alerta, incluso, por donde están colocadas las bombas, el nivel puede bajar un par de metros más. El Almonte suele estar en sus niveles más bajos en invierno, que es cuando más energía se produce en Alcántara. Está previsto que este año se realicen obras de mejora en el trasvase, una renovación por importe de 632.000 euros que se tiene que acometer con cargo al contrato con Canal de Isabel II.

Con los datos actuales del Guadiloba y el Almonte la situación no es alarmante, pero sí es preocupante que cada vez se dependa más del trasvase del Almonte, obra provisional que se hizo hace 25 años, que del Guadiloba, un embalse pequeño y con aportaciones cada vez más reducidas.

No obstante aún se está lejos de situaciones como las vividas en el verano de 1992, cuando se tuvo que hacer el trasvase, o en octubre de 2009, con el Guadiloba con 7,8 hectómetros cúbicos y el Almonte en la cota 192 (entonces se estaba en prealerta, según el plan especial de sequías de la cuenca hidrográfica del Tajo).

Un dato positivo es que el consumo se ha estabilizado. En el año 1995 se facturaron en Cáceres 6,6 millones de metros cúbicos, mientras que al año siguiente fueron 6,4. En la primera anualidad del nuevo contrato con Canal (marzo de 2015-febrero de 2016) se facturaron 6,6 millones. El agua facturada no es toda la producida, suele ser el 70% del total, aunque en los últimos años, con los planes para evitar fugas y de riego, este porcentaje es mayor.