El pantano de Guadiloba está a rebosar; pero no sólo de agua. Enormes cantidades de basura se reparten a lo largo de sus orillas. Esta zona, escogida por numerosos cacereños como lugar de ocio, presenta un gran deterioro por la dejadez de los visitantes que no dudan en tirar al suelo cualquier residuo. Plásticos, botellas, latas contaminan este entorno, donde no falta un viejo colchón, despojos del último pic-nic o piezas de recambio de los coches.