Las máquinas y el trazado de la conducción con la tubería que conectará el embalse de Portaje con el del Guadiloba ya están al pie de los dos ríos, Tajo y Almonte, que se tienen que cruzar. Para ello se construirán dos estructuras colgantes, que irán junto a los puentes de la A-66 y a menor altura, ambas constarán de dos pilones, levantados en las riberas, que soportarían un cable colgante del que penderían los tirantes verticales que sujetarían la tubería, cuyo espesor sería mayor en este tramo que en el resto del recorrido para aumentar su rigidez. El cable colgante estará anclado en las laderas de la ribera, lo mismo que otras sujeciones de la tubería que se anclan a las laderas para que su estabilidad esté garantizada.

Esta solución aparece detallada en el modificado del proyecto de la conducción, que da la solución para el paso de ambos ríos. El modificado incrementa en 8,9 millones el coste de la obra, que se adjudicó por 40,4. La conducción tendrá una longitud de 72 kilómetros y se proyecta como la solución de futuro para abastecer a Cáceres. Tiene dos puntos de partida: Portaje y el canal de riego del río Alagón, que tiene su origen en el contraembalse de Valdeobispo y la presa de Gabriel y Galán. El punto final de esta conducción es el embalse del Guadiloba, del que ahora se abastece Cáceres, además de Sierra de Fuentes y Malpartida.

El uso de esta conducción (Portaje es una presa pequeña, parecida al Guadiloba, pero Gabriel y Galán tiene 45 veces la capacidad del Guadiloba) está diseñada para Cáceres y otros doce municipios de su entorno (Torrejoncillo, Aliseda, Arroyo, Botija, Casar de Cáceres, Malpartida, Monroy, Santa Marta Magasca, Sierra de Fuentes, Torremocha, Torreorgaz y Torrequemada).

En el modificado del proyecto, cuando se hace referencia a las derivaciones de esta conducción a núcleos urbanos, se apunta que muchos de los municipios considerados para abastecerse de esta conducción se encuentran más cerca del embalse del Guadiloba (o de otros como el de Torrejoncillo) que de la conducción, por lo que el abastecimiento se haría desde estos embalses, en vez de definirse mediante derivaciones de la conducción.

Entre las hipótesis que incluye el modificado, sobre el trasvase de agua que se necesitaría traer con la conducción, se parte de que los caudales destinados a los municipios se conducirían al Guadiloba. En el modificado se hacen previsiones sobre la capacidad del trasvase para que el Guadiloba nunca esté con un nivel inferior a seis hectómetros (el 30% de su capacidad).

No obstante, la solución definitiva sobre el abastecimiento al resto de poblaciones saldrá del proyecto que Medio Ambiente sacó a concurso en junio.