Tras más de tres meses de investigación la Guardia Civil ha logrado localizar al autor de causar la muerte a un galgo golpeándole en la cabeza. Se trata de un cacereño de 32 años, dueño del animal, y que además está acusado de pertenecer a una red criminal que se dedicaba al robo de perros de caza, desmantelada hace pocos días por el Instituto Armado.

Ocurrió en el mes de noviembre. Tal y como avanzara este diario el animal, una hembra, fue encontrado abandonado en el depósito de agua de la Sierrilla por una pareja que paseaba en ese momento por la zona. Presentaba la cabeza totalmente ensangrentada, como consecuencia de las múltiples fracturas provocadas tras haber sido golpeado.

El perro tenía igualmente una pequeña incisión en el cuello «practicada, de manera deliberada, con la intención inequívoca», señala la Guardia Civil, de extraerle el microchip para evitar o dificultar con ello que pudiera averiguarse la identidad de su propietario.

Quienes se lo encontraron comunicaron inmediatamente lo ocurrido al Refugio San Jorge, que lo trasladó a la clínica veterinaria del campus universitario, donde no pudieron hacer nada por su vida. Los veterinarios se vieron obligados a aplicarle la eutanasia terapéutica.

Las investigaciones llevadas a cabo por el Seprona, encaminadas al esclarecimiento de estos hechos, se han prolongado a lo largo de tres meses, culminando el pasado 13 de febrero con la identificación del propietario del animal y presunto autor del maltrato, abandono y posterior fallecimiento, debido a la gravedad de las lesiones que le hizo. Al investigado se le atribuye la comisión de un presunto delito relativo a la protección de la flora, fauna y animales domésticos, del artículo 337 del vigente Código Penal, en su variante de maltrato animal. Está castigado, entre otras accesorias, con penas de seis hasta dieciocho meses de prisión.

El detenido, informa la Guardia Civil, acumula numerosos antecedentes y denuncias en materia de tenencia y protección de los animales. Se da la circunstancia además de que está acusado de pertenecer a una organización criminal recientemente desarticulada que se dedicaba al robo de perros de caza, de raza galgo, en la provincia.