Esta semana han empezado los contactos entre el gobierno local y los grupos de la oposición para intentar llegar a un acuerdo que permita aprobar los presupuestos de 2018. El gobierno de Elena Nevado está en minoría y necesita el respaldo de alguno de los tres partidos de la oposición. A día de hoy no tiene ningún apoyo, pero quedan por delante muchas semanas.

El gobierno local (PP) ya ha dado a conocer la previsión de ingresos. Son habas contadas. Es lo mismo que el año anterior. No se tocan los impuestos ni las tasas y se hace una previsión prudente porque no todo lo que se presupuesta se ingresa. No hay nuevos recursos tributarios ni se afronta ninguna revisión, mientras que los gastos en personal, servicios y amortización de créditos serán algo mayores porque no se vislumbra ningún ajuste de gastos como el acometido en 2013.

Para 2018 se equilibran previsión de ingresos y gastos gracias al exceso del canon del agua. Son 2,2 millones que debe poner Canal de Isabel II y que son el margen que hay para afrontar incrementos de gastos corrientes o la cofinanciación de inversiones si no se recurriese al crédito firmado en 2016 con el BBVA (gran parte de este préstamo no se ha gastado).

La otra partida de ingresos que permitiría que el importe total del presupuesto no baje son los 4,7 millones de fondos Feder que son finalistas, para las acciones de la estrategia Dusi. Esta es la cantidad con la que se contaría para nuevas inversiones en 2018.

Los tres partidos de la oposición (PSOE, Cs y CACeresTú) tienen argumentos para no dar su apoyo al gobierno local. CACeresTú es contrario a la gestión indirecta de los servicios públicos y por tanto a la base de uno de los principales gastos, mientras que PSOE y Ciudadanos pueden exponer que en los acuerdos que permitieron aprobar las cuentas de 2016 y 2017 no se han cumplido todas las condiciones y que no se fían.

Si el presupuesto de 2018 no se aprueba, el de 2017 se prorroga. Como los ingresos corrientes son prácticamente los mismos, habría para financiar los gastos corrientes con las variaciones al alza que se puedan producir. Después, tanto los 2,2 millones del exceso del canon del agua, que se cobran en abril, como todo o parte de los 4,7 millones de los fondos Feder se podrían ir incorporando al presupuesto con modificaciones puntuales, cambios en los que un ‘no’ de la oposición sería más difícil.

La otra opción es el acuerdo entre el PP y todos o alguno de los grupos de la oposición para no tener que ir a una prórroga. Los compromisos alcanzados en 2016 y 2017 han dado varios resultados. El acuerdo para 2016 con el PSOE permitió un reparto de las subvenciones a entidades culturales más equitativo, aunque el cumplimiento de otras condiciones se haya acabado diluyendo, mientras que el cerrado para 2017 con Ciudadanos ha posibilitado que por fin se esté tramitando el plan especial, norma que no se revisa desde 1990 y que es fundamental para todo el centro urbano.

Las habas están contadas, ahora queda por saber qué cuentas hace cada grupo político.