‘Vendido aquí’. El quiosco de prensa de Carlos Mellado y Carmina Álvarez, seguramente uno de los más populares de Cáceres, era ayer una fiesta. El cartel con el 14225 colgaba con orgullo bajo el toldo de El Periódico Extremadura que daba sombra al mostrador plagado de prensa y que a media mañana era un ir y venir de clientes. El primer premio de la Lotería Nacional celebrado el jueves daba a la suerte a un cacereño que había comprado un décimo, le había costado 3 euros pero la rentabilidad era muy superior: se ha llevado al bolsillo 30.000 euros. «Que nos pasara a cualquiera de nosotros, ¡eh!», bromeaba Carmina mientras atendía a una señora: «No tienes nada mi niña, pero te echo otro euromillón, como siempre». La clienta asentía con la cabeza mientras Carmina seguía su relato para este diario.

«Es una satisfacción tanto atender al cliente como cuando llegan estos momentos». El número premiado se ha vendido por máquina. «No sabemos quién es el agraciado, ni tampoco si lo hemos vendido por la tarde o por la mañana». No es la primera vez que el quiosco otorga un premio. Hace dos años, en una feria dio otros 30.000 euros, y hace cuatro o cinco, 24.000 con la Primitiva.

Carmina Álvarez no puede apartar la sonrisa de su cara. Ella es siempre alegría, pero ahora mucho más. Lleva 17 años en este quiosco que abrieron hace lo menos 50 los tíos de su marido Carlos Mellado, los famosos Nicolás y Juan Mellado, que eran muy conocidos en Cáceres por la venta de quinielas y por su afición al Cacereño. Vivían en la plaza de Italia y su quiosco era un punto de referencia. «Juanito era un bajito gran hombre», decían ayer algunos de sus amigos.

«El quiosco es una feria, el paso de la calle y la gente es siempre muy amable, vienen a preguntar, a comprar, es un trabajo muy bonito», relata Carmina. «He tenido muy buena aceptación y me gusta estar con la gente». Carmina continúa con su tarea, vende periódicos, revistas del corazón, chucherías y sobre todo regala la alegría a muchos cacereños a través de la suerte de la lotería y lo hace desde su quiosco, una pequeña ventana de Cáceres.