Según los últimos datos, uno de cada tres alumnos fracasa. ¿Y qué sucede con el resto de los implicados en el proceso educativo?

Ignoramos si el director y el jefe de estudios del centro piensan que bastante hacen con rellenar papeles y procurar que la calefacción funcione o intentan modificar alguna cosa. No sabemos si el profesor encuentra motivos suficientes para revisar sus técnicas docentes. Intuimos que el Consejo Escolar continúa discutiendo sobre el proyecto de centro, y sobre todo que el Ministerio y la Consejería siguen publicando decretos que exigen más papeles que la inspección técnica recopila para hacer las estadísticas.

O sea, que la culpa de todo a lo mejor la tiene la inspección por hacer estadísticas. O quizás la sociedad, que en su mayoría estará viendo programas televisivos en los que se demuestra que para ganar dinero no es necesario saber nada.

¿Por qué ha fracasado el alumno? Pues pudiera ser que no supiera resolver una integral o ignorara la fecha de la paz de Aquisgram, cosas que probablemente no saben el ministro y la consejera.

Y ¿qué pasa con sus valores? Eso no entra en los exámenes. De manera que puede sacar sobresalientes y ser un mal compañero, insolidario, mentiroso, traidor... ¿Para que queremos individuos que conozcan las capitales de todo el mundo si son malas personas?