Al alcalde José María le tiembla la voz minutos después de despedir a la patrona de Cáceres en Fuente Concejo. Sus gafas oscuras disimulan la emoción que ayer vivió como máximo representante municipal y también como persona de carne y hueso. Su convalecencia en un hospital de Salamanca a finales del año pasado rondó ayer su cabeza. "Pido prosperidad para todos los ciudadanos", acierta a decir mientras el público se le acerca para recordarle que la procesión debe volver a Fuente Nueva cuando acaben las obras de Mira al Río.

Saponi estrecha manos y agradece a la Virgen su "influencia" para haber podido recuperarse. Pero luego va un poco más allá y se sincera cuando se le recuerdan las consecuencias de la operación: "En algún momento he creído que no iba a estar aquí", asegura.

La emoción del regidor cacereño fue paralela a la que vivieron los vecinos de Mira al Río. Este año tuvieron que cambiar su ubicación actual por la de Caleros. Victoriana Galeano, de 81 años, volvió a cumplir la promesa hecha a su madre Justa de soltar al viento una pareja de palomas al paso de la Virgen. Una de sus hijas, Guadalupe, de 53, tomará el testigo. La petición vecinal para el año 2006 es unánime: "Que la Virgen vuelva por Mira al Río". Más que un sentimiento.