Si los animales ingieren esta carne envenenada o matarratas en polvo, en la mayoría de los casos les causa la muerte. Los síntomas más comunes son hemorragias, rigidez en las articulaciones, convulsiones y vómitos. El principal problema es que los dueños de las mascotas no suelen darse cuenta de cuándo han tomado el veneno, por lo que, cuando comienzan los síntomas, suele ser tarde y el veneno ya ha empezado a actuar en el organismo. La Policía Local aconseja que se denuncien todos los casos para lograr cazar al culpable.