Ayer fue día de valoraciones del PSOE, PP e IU tras la decisión de un día antes del gobierno (PSOE) de prorrogar los presupuestos del 2009 al no tener votos necesarios para sacar su proyecto para el año 2010, un plan que PP e IU habían rechazado en la comisión de Economía del lunes, ambos partidos suman trece de los veinticinco votos de la corporación. El mensaje que lanzó ayer el gobierno fue de tranquilidad, incluso la alcaldesa, Carmen Heras, comentó a primera hora, en una visita a un centro social en Nuevo Cáceres, que no le preocupa la prórroga porque "es algo que se venía anunciando desde antes de navidades".

A efectos prácticos la prórroga no deberá generar grandes inconvenientes, al menos para cubrir los gastos corrientes. Para el 2010 se había realizado una previsión de ingresos más ajustada a la realidad. Si se ingresa lo previsto de impuestos y tasas, más las transferencias del Estado, habrá recursos para los capítulos de personal, servicios y las transferencias a organismos autónomos. Para otros gastos obligatorios (la amortización de los préstamos) va a depender de lo que ocurra con el canon del agua.

Otra cosa son las inversiones, pero es que con un presupuesto sin prorrogar igual tampoco se hacían porque se financian con venta de suelo (el año pasado la parcela que se sacó a la venta en Montesol quedó desierta). Lo que sí hace la prórroga es prolongar los procesos para llegar al objetivo de gasto si no hay crédito y se tiene que ir a una modificación del presupuesto prorrogado.

A efectos políticos sí se produce un daño al gobierno local, la prórroga da una imagen de debilidad de un gobierno en minoría. La prórroga ha puesto en un lado al PSOE y en el otro a IU y PP. El PSOE buscó un acuerdo con IU con la confianza de tener el voto de FC y sacar el presupuesto. Pero en lo que queda de legislatura será difícil que los antiguos socios coincidan.

En la otra solución posible: el acuerdo PSOE-PP, ni uno ni otro han puesto muchas ganas dado lo difícil de alcanzarlo. Ayer se acusaron mutuamente de no haber querido lograrlo. Al margen del habitual cruce de reproches, el acuerdo interesaba más al PSOE, pero el PP afirmó ayer que el PSOE ni lo intentó, mientras que el PSOE dijo que el PP ni quiso sentarse a hablar.

Una cosa es el plan E, en el que PSOE y PP llegaron a un acuerdo, y otra distinta es el presupuesto. El PP, grupo mayoritario en la oposición, no estaba en la obligación de facilitar al PSOE sacar unos presupuestos que son la herramienta para desarrollar la política de gobierno. En 2011 la situación será distinta porque son unas cuentas que afectarán a dos legislaturas.