La posible desaparición del Cimov como centro formativo militar generó reacciones dispares en la clase política y otros colectivos ciudadanos sondeados por este diario. Mientras que desde el Partido Socialista se estimaba que no había motivos para la alarma, desde otros ámbitos sociales se tachaba de "engaño" a la ciudad el hecho de que el Ministerio de Defensa se esté repensando su compromiso de mantener la unidad de enseñanza del Cimov, aunque llegue el regimiento de ingenieros.

La portavoz del grupo municipal socialista, Carmen Heras, declaró: "No hay motivos para tener esa alarma. La promesa era que el Cimov no se iba a cerrar y no se cerró. El Gobierno va a cumplir sus compromisos y lo que prometió Bono fue un regimiento de ingenieros, para lo que hay unos plazos". Recordó que en época de Aznar y Trillo el Cimov se iba a cerrar. "La gente no debe ponerse nerviosa".

De hecho, cuando se anunció en el año 2002 que el acuartelamiento desaparecería al año siguiente, la movilización ciudadana y la presión política hizo que el ministerio de Defensa diera marcha atrás y confirmara poco tiempo después que un regimiento de ingenieros se establecería de forma permanente en la base. Hasta el año pasado no se formalizó oficialmente el futuro despliegue de esa nueva unidad en la ciudad y, en principio, se tiene de plazo hasta el 2010 para su implantación.

El portavoz de Izquierda Unida, Santiago Pavón, destacó que un mando del Estado Mayor ya advirtió en su día al propio alcalde que esa "actuación no se sostenía" porque no entraba en los planes de Defensa, por lo que expresó incluso sus dudas de que finalmente hasta lleguen a Cáceres los ingenieros.

El secretario de la Federación de Empresarios, Pedro Rosado, se refirió a las pérdidas económicas que acarrearía la disolución del centro formativo. "Si lo poco que hay lo quitan, la ciudad se debilita", valoró. Tachó estos cambios de "engaño" a la ciudad, como que se anunciara que los ingenieros vendrían en el 2006 y aún no han llegado.

Por último, Miguel Salazar, presidente de la federación vecinal y uno de los fundadores de la plataforma Pro-Cimov, calificó de "tomadura de pelo" estos continuos reestudios del futuro de la base cacereña.