La alcaldesa, Carmen Heras, espera retomar en la segunda quincena de junio el debate de las modificaciones a realizar en el nuevo Plan General Municipal (PGM) de urbanismo. El gobierno local cuenta con los informes técnicos con las indicaciones para ajustar el plan a las correcciones que en febrero se propusieron por parte de la comisión regional de Urbanismo. Lo fundamental entre los cambios a efectuar es qué suelos urbanizables y qué sistemas generales (las zonas verdes, terrenos para servicios públicos, grandes viales...) ligados a estos suelos se tienen que recortar.

Los informes técnicos plantean varias alternativas, que van de más a menos en esas modificaciones, y la decisión sobre qué opción u opciones se eligen será política y saldría, en una primera instancia, de la comisión municipal de Urbanismo, que Heras espera poder convocar en la segunda quincena de junio.

Lo más atractivo del plan general es la recalificación del solar de las Carmelitas, además ha sido y será la intervención más polémica. Pero este documento es mucho más que El Corte Inglés. Es la base del futuro modelo de ciudad y esto es precisamente lo que la comisión regional de Urbanismo, órgano de la Consejería de Fomento, obligó a cambiar en febrero por considerar que había mucho suelo urbanizable y sistemas generales planificados. Ahora serán los grupos políticos locales (PSOE, IU, FC y PP) los que deberán debatir qué opciones de las propuestas en los informes técnicos se eligen para rebajar suelos urbanizables y sistemas generales.

El grado de esa modificación estaría condicionado por dos hechos. Si los cambios son escasos, se corre el riesgo de que la comisión regional, dado que la consejería es la que aprueba definitivamente el plan, vuelva a suspender su aprobación. Si son excesivos, se estaría ante cambios sustanciales que pueden llevar a otra exposición pública del plan, aunque fuese parcial, y a que se prolongase su aprobación definitiva, además los nuevos terrenos urbanizables, previsiones que se hicieron públicas en febrero del 2004, generaron unas expectativas con compras y ventas de terrenos que ahora podrían quedar como no urbanizables.

A lo anterior se sumaría el equilibrio de fuerzas políticas en el ayuntamiento. El plan requiere para su aprobación en el pleno 13 de los 25 votos de los concejales. El PSOE tiene asegurado sus 11 votos. El de su socio de gobierno, IU, no parece seguro a día de hoy, al menos en lo que afectará a la recalificación de las Carmelitas. La clave política va a estar en el grado de acuerdo que alcancen PSOE e IU. El voto de Foro Ciudadano, que cuenta con un pacto para la legislatura con el Partido Socialista, sería más fácil de obtener, dado que FC no quiere que la aprobación definitiva del plan general se eternice.

Y en cuanto al PP, con 12 votos, su portavoz, Francisco Javier Castellano, comentó ayer que no se debe dar por seguro que se va a votar a favor por el hecho de que la tramitación del plan general se inició cuando el PP gobernaba el ayuntamiento.

Castellano, que ayer reclamó a Heras la convocatoria de una comisión extraordinaria para debatir sobre el plan general, explicó que el documento que se envió a la comisión regional de Urbanismo sí era "el nuestro", pero que si ahora se introducen variaciones sustanciales, "por criterios de oportunidad y no de legalidad", ya no sería el texto que el PP aprobó hace 13 meses cuando gobernaba el ayuntamiento.