Carmen Heras recibió ayer al mediodía el alta médica tras permanecer en la residencia sanitaria desde la tarde del martes. La alcaldesa se trasladó a su domicilio, según informó ayer el ayuntamiento. No hubo declaraciones y se solicitó a los medios informativos que no se tomasen imágenes de su salida del centro sanitario. Desde el ayuntamiento se reiteró ayer, citando a la dirección del centro sanitario, que el estado de salud de la alcaldesa es "completamente estable y no tiene ningún tipo de secuela".

Según la nota difundida ayer por la mañana por parte del ayuntamiento, los médicos han recomendado a la alcaldesa "reposo relativo con una incorporación paulatina a su ritmo de vida habitual durante la próxima semana". La alcaldesa no participará hoy en la junta local de gobierno, que va a presidir el primer teniente de alcalde, Santiago Pavón, quien, al igual que el portavoz del gobierno local, Lorenzo de la Calle, confió ayer en una pronta incorporación de Heras a su puesto en la alcaldía.

Ayer por la tarde la alcaldesa, a través del gabinete de prensa del consistorio, agradeció las muestras de cariño recibidas y la preocupación ciudadana y consideró que lo ocurrido ha sido una pequeña advertencia, apuntando que se encontraba bien y que incluso todo esto ha tenido de positivo que a partir de ahora tendrá más cuidado con su salud. Heras, según las mismas fuentes, comentó que los médicos le han recomendado bajar el ritmo de trabajo un poco.

FACULTATIVO José María Ramírez, neurólogo que ha atendido a Heras durante su estancia en la residencia sanitaria, declinó ayer, ante preguntas de este diario, referirse al contenido del informe médico, indicando que tendrá que ser la paciente la que dé los detalles del mismo. Sí confirmó que está bien. La alcaldesa entró en la residencia la tarde del martes tras sufrir unas horas antes un accidente isquémico transitorio (alteración temporal del flujo de sangre hacia una zona del cerebro), que en el caso de la alcaldesa fue muy breve y que se manifestó en una comparecencia pública cuando tuvo dificultades para expresarse y durante algunos minutos no habló con suficiente claridad. Aunque son muchos los síntomas, el único que se mostró en esa comparecencia fue que por unos minutos no se expresó con claridad.

Entre las definiciones de accidente isquémico transitorio aparecen "mini accidente cerebrovascular", "trastorno cerebral por una alteración temporal del suministro sanguíneo", "derrame cerebral muy pequeño que no provoca un daño permanente"..., y entre los nombres alternativos están "mini derrame cerebral", "accidente cerebrovascular pequeño", "una pequeña apoplejía"... Además, en relación a su incidencia se precisa: "una interrupción breve en el flujo sanguíneo puede ocasionar una disminución de la función cerebral, lo que se denomina como déficit neurológico". En otras definiciones también se especifica: "un ataque transitorio de isquemia es un déficit neurológico focal de duración inferior a una hora (habitualmente unos segundos o minutos) y no deja secuelas".

En cualquier caso, en las distintas acepciones se insiste en que es algo reversible, que no deja secuelas y que es más un aviso o advertencia de que puede ocurrir algo peor si no se toman medidas. En la nota oficial difundida ayer se apunta que entre las recomendaciones dadas a la alcaldesa hay algunas "generales sobre dieta y actividad física".

Ramírez indicó ayer, ante las preguntas de este diario, que es "disparatado" hablar de ´mini derrame cerebral´ y que es más adecuado referirse a un "déficit neurológico transitorio". No entró en más, a pesar de la insistencia de este diario. En un primer comunicado se informó de que la alcaldesa fue ingresada en planta por "una crisis hipertensiva", posteriormente se concretó por parte de la dirección médica de la residencia, ante las preguntas de este medio, que lo que ocurrió fue un accidente isquémico transitorio (la comparecencia del martes por la mañana). Como medida preventiva se le realizaron varias pruebas durante la tarde del martes y la mañana del miércoles, todas con un resultado "absolutamente normal", informó el ayuntamiento.

Heras entró en la residencia con la tensión alta y dolor de cabeza y pasó de Urgencias a la planta de Neurología para que se le practicasen pruebas y análisis, entre éstas una ecografía doppler (técnica que permite estudiar el flujo de vasos sanguíneos) y una resonancia magnética nuclear del cerebro.