La Cofradía del Santo Crucifijo (Cristo Negro) aprovechó ayer la estancia de los monarcas en Cáceres para invitar de nuevo a la Reina a su procesión del Miércoles Santo. El interés partió de la propia doña Sofía hace un año, durante la entrega de las Medallas de Bellas Artes en la concatedral de Santa María, cuando pasó junto al Cristo Negro y le llamó la atención tan peculiar talla. Inmediatamente avisaron al mayordomo, Alonso Corrales, quien departió varios minutos con la Reina sobre la imagen, su historia, su salida a medianoche, su acogida en las calles centenarias... "Al observar su interés me atreví a invitarla, y se mostró favorable, indicándome que enviara un escrito a la Casa Real", recuerda Corrales.

Ayuntamiento y cofradía remitieron entonces la invitación, pero no con tiempo suficiente, por ello el mayordomo volvió a entrevistarse ayer con los responsables de protocolo de la Zarzuela y les entrego una completa documentación de la hermandad para que la hicieran llegar a doña Sofía. "A ver si esta vez si tenemos suerte, sería estupendo", subrayó.