Las diferencias entre la Unión de Cofradías Penitenciales y la Cofradía de la Sagrada se remontan a 1995, año de constitución de esta hermandad de la capital cacereña. Once años después, la situación ha empeorado de tal forma que el ayuntamiento se ha visto obligado a intervenir, una vez más, para propiciar un acercamiento entre ambas. Desde que en febrero del año pasado se oficializó la salida de la Sagrada Cena de la unión de cofradías, los responsables de la hermandad han criticado la "persecución y el ninguneo" que vienen sufriendo por parte del colectivo cofrade, al tiempo que han expresado su disgusto por haber sido excluidos, por segundo año consecutivo, de la guía oficial de la Semana Santa. La situación se hizo insostenible el año pasado y la Sagrada Cena ya no participó en la procesión magna. El hermano mayor de la cofradía, Antonio Rubio, llegó a asegurar entonces, coincidiendo con la salida de la unión, que habían sido "perseguidos" por ésta desde que se constituyeron. La escisión se convirtió en un hecho insólito en la historia de la asociación que, con 17 años de vida, no había vivido una situación igual. Con más de 1.500 hermanos, la Sagrada Cena camina ahora por su cuenta con la vista puesta en el Jueves Santo.