"Todo lo que se pueda vender precisa de un agente comercial", asegura Martín, de un intermediario, del ´hombre del maletín´, de la figura que humaniza la venta en un mundo de grandes grupos empresariales, que pone en contacto a la empresa con el vendedor. Ese colectivo está representado en Cáceres por uno de los colegios profesionales más antiguos de la provincia, el de agentes comerciales, una profesión "que no conoce el paro", afirma el vocal del colegio, aunque sufra también las consecuencias de la crisis y de los cambios en los modelos de venta, "pese a las grandes concentraciones empresariales, aquí el agente sigue teniendo su papel", afirma.

Actualmente para colegiarse hay que pasar un examen tras hacer un cursillo, a partir de ahora ese curso se podrá realizar en la escuela, en la que recibirán formación no solamente los nuevos colegiados, sino también los actuales para "poder estar más preparados, una oportunidad de formación que nosotros no tuvimos", recuerda Saturnino Jiménez.

"El tiempo del maletín con los catálogos se ha terminado, ahora --con los nuevos medios informáticos-- es distinto y para todo eso el agente comercial se tiene que preparar", añade Martín, que destaca que a las empresas "no le vale cualquier persona, quieren a agentes comerciales, a profesionales colegiados que saben que es lo que tienen entre manos".