Pilar Boyero es un traje rojo de noche, un collage de joyas o un cartel de cine, según algunos artistas. Otros la ven pintada y cubierta de pieles y collares, sobre una moto con su inseparable bata de cola al viento o alardeando de escote en una entrevista. Ella se ve en todas esas representaciones, porque en cada una de ella se plasma las múltiples caras de una misma artista polifacética, versátil, camaleónica y "folclórica las 24 horas del día" como ella misma afirmaba en la presentación de la exposición Divina Pilar, amando a una Diva . En ella, más de 40 artistas y amigos se han unido, para retratar al personaje de Pilar Boyero a través de medio centenar de obras. El resultado, antesala del estreno de su próximo disco tras el verano, se podrá ver hasta el próximo 31 de mayo.

"Me siento agasajada, muy querida, y te mentiría si te digo que no me siento diva porque no sé si lo soy pero me gustaría serlo. Si es cierto que soy divina es gracias a los que me quieren", reconocía poco antes de subirse al escenario de la cafetería del Gran Teatro de Cáceres, donde dio las gracias a todos (artistas, amigos, familiares y conocidos) como mejor sabe hacerlo, cantando. "Sé que todo se ha hecho desde el cariño, por eso hoy canto por y para ellos", señalaba emocionada.

Precisamente ellos y muchos más llenaron la sala del Gran Teatro mientras ella iba desgranando su repertorio más clasico con temas como Te he de querer mientras viva , Romance de la otra , Amante de abril y mayo , Cárcel de oro o Me embrujaste . Entre el público, autoridades como la consejera de Cultura, Leonor Flores, o la concejala de Dinamización, María José Casado; representantes del mundo del arte como la galerista María Llanos, la pintora Abigail Narváez, o Angel Sotomayor.

Y aún clásica, Pilar Boyero no puede caer en lo convencional. Por eso mientras ella paseaba por Sin embargo te quiero , a unos metros, el graffitero Jonathan Luengo ultimaba una de las visiones más transgresoras de la folclórica.