La Asociación de Víctimas del Terrorismo y la Fundación Miguel Ángel Blanco organizaron ayer un homenaje al concejal Miguel Ángel Blanco cuando se cumplen 21 años de su asesinato por ETA. Diputados autonómicos y provinciales, concejales, representantes de las Fuerzas de Seguridad del Estado y del mundo judicial, y ciudadanos a título personal, se sumaron a este acto en el que se recordó el Espíritu de Ermua como el nacimiento de una nueva conciencia ciudadana de lucha contra el terrorismo hasta su derrota.

Tras la lectura del manifiesto tomó la palabra la alcaldesa, quien subrayó que ETA sigue sin pedir perdón y afirmó que «no se pueden usar eufemismo para hablar de los terroristas ni ceder a sus chantajes». «No podemos dar un paso atrás, hay cosas con las que no se puede negociar ni mucho menos aceptar cambalaches, no todo vale», agregó Nevado. «Lo que ha derrotado el Estado de Derecho no puede ser dilapidado por intereses de otro tipo», dijo.

Estas alusiones a las medidas contempladas por el nuevo Gobierno molestaron al Grupo Municipal Socialista. «No tienen sentido esas insinuaciones ni traer aquellos hechos para intentar confrontar en el escenario político actual. No se comprende que un acontecimiento histórico tan importante y que la figura de Miguel Ángel Blanco, símbolo de unidad política contra el terrorismo, se pretendan convertir en lo contrario», denunció su portavoz, Luis Salaya, acusando a Nevado de hacer «partidismo».

Al terminar el homenaje, diversos asistentes se tiñeron las manos de blanco, un acto al que no se sumaron algunos de los ediles del PSOE y de CáceresTú.