El asesinato de Rafael Peñafiel Martínez será juzgado hoy por un jurado popular. El acusado es Marcolino Joao D. A. S, de 28 años, para quien el fiscal del caso pide 16 años de prisión. Los hechos tuvieron lugar en el mes de junio del pasado año. La víctima y el acusado vivían y pernoctaban en una de las naves abandonadas del solar donde estuvo Campsa, junto a la gasolinera Pasarón. El suceso pasó alrededor de las diez de la noche del 23 de junio. Ambos, que vivían en una situación de indigencia, iniciaron una discusión al parecer por la poca limpieza en la nave. El acusado golpeó a la víctima, de 59 años, con diversos objetos.

El imputado fue detenido en plena calle solo unas horas después de que el cadáver se localizase. La víctima y el acusado se movían en el círculo del colectivo marginal del paseo de Cánovas. Rafael Peñafiel había llegado a Cáceres hacía menos de dos años después de pasar por pensiones y albergues de transeúntes de Málaga y de Madrid. Tenía antecendentes por algunos pequeños hurtos y faltas menores cometidos años atrás.

Según indicaron fuentes policiales a las pocas horas de la detención, después de la discusión el acusado abandonó el recinto de Campsa y no regresó hasta unas horas después. El propio agresor acudió a la gasolinera próxima para informar de que su compañero había fallecido. El personal de la gasolinera avisó a la policía, que posteriormente detuvo al joven portugués, que reconoció que golpeó al otro indigente, aunque insistió en que su intención no era matarlo.

El cuerpo de Rafael Peñafiel, que era natural de Valencia, presentaba diversos golpes, uno en la cabeza. El informe preliminar de la autopsia forense apuntó como posible causa del fallecimiento los golpes, según indicaron en ese momento fuentes judiciales. En el lugar de los hechos se localizaron los objetos con los que presuntamente el joven luso golpeó a su compañero. El acusado está desde junio del pasado año en prisión preventiva como presunto autor de un homicidio.