La decisión de concentrar toda la programación del festival Womad en el casco antiguo cacereño ha sido recibida con relativa aceptación entre los colectivos afectados: residentes, hosteleros y comerciantes de la zona, principalmente, según la opinión recabada ayer por este diario de los portavoces de las agrupaciones que los representan. La cita musical se celebrará del 10 al 13 de mayo entre la plaza Mayor, San Jorge, el Gran Teatro y otros pequeños espacios de la parte antigua y reunirá a 22 grupos de todo el mundo.

Los vecinos y comerciantes del casco histórico, sin oponerse al evento en la zona, sí expresan más reticencias al demandar un control exhaustivo de la limpieza y la seguridad. "El año pasado funcionó bastante bien el dispositivo de limpieza, pero hay muchas cosas que mejorar, como el acceso a la zona en coche, el tema de los orines y el consumo de bebidas en la vía pública", apuntó el presidente de la Asociación de Vecinos Ciudad Monumental, Luis García Marín.

COLABORACION VECINAL Esta agrupación pide participar en la elaboración de los operativos de limpieza y vigilancia policial de la zona durante la celebración del festival, que están aún por concretar por parte del ayuntamiento. "Aunque no seamos los que más sabemos, sí somos los que vivimos en esa zona y hay cosas que para otros pueden pasar desapercibidas, pero no para nosotros", argumentó García Marín. El año pasado integraron el operativo policial 250 agentes.

En este sentido, el presidente vecinal estimó que, para empezar, son necesarios más urinarios públicos que los instalados el año pasado, así como más agentes de policía patrullando a pie entre la gente para evitar que se orine en la vía pública o se celebren botellones en zonas menos vigiladas y donde molestan más a los residentes.

El ayuntamiento no se ha pronunciado aún sobre si autorizará o no que se realicen botellones en la plaza Mayor. García Marín ya adelantó que de permitirse, al colectivo vecinal "no le parece buena idea", pero "es decisión municipal", y pidió que se limiten los lugares donde se puede beber en la vía pública.

Por parte de los empresarios del comercio de esta zona de la ciudad, se pronunció ayer la presidenta del colectivo, Pilar Jiménez, quien se mostró partidaria de que el Womad se concentre en el casco histórico aunque se sumó a la reivindicación vecinal de que se extremen las medidas de control en cuanto a la limpieza y vigilancia. "El Womad como atracción hacia la ciudad y la zona está muy bien, pero siempre que se respete el entorno y se den las condiciones para que no se perjudique a los que viven o tienen sus negocios aquí", expuso.

"UNA DECISION FANTASTICA" Mientras, el sector de la hostelería aplaudió sin paliativos el acuerdo que consolida la cita en este recinto y que supone un acicate para los empresarios de la zona. "Nosotros siempre hemos apostado por un Womad en el casco antiguo, por eso es fantástico y una buena noticia que el consorcio del Gran Teatro haya optado por este modelo de forma definitiva", señaló ayer César Martín, presidente de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería.

El presupuesto del festival rondará este año los 475.000 euros y no, como se informaba ayer, 1,1 millones de euros, cifra que corresponde al presupuesto anual del Consorcio del Gran Teatro, en el que se incluye el Womad. El caché de la organización de la cita multiétnica es de 391.000 euros, a los que se ha sumado este año el IPC y los gastos de producción local, según aclaró ayer el director del consorcio, Isidro Timón.

En cuanto a los escenarios aún por decidir, que se sumarían a los habituales de la plaza Mayor, San Jorge y el Gran Teatro, el consorcio estudia ubicar algunos conciertos en pequeños espacios acotados, como el patio del palacio de Carvajal, aunque aún no se ha tomado una decisión en firme al respecto.