Los hosteleros del ferial dan marcha atrás en su decisión de cobrar entrada a la pista de verano del hípico. La medida se puso en marcha el pasado fin de semana y se hará extensiva hasta el 20 de septiembre, fecha prevista por el ayuntamiento para cerrar el recinto.

Hasta el pasado viernes, los clientes tenían que abonar cinco euros (831 pesetas) para poder entrar y que daban derecho a una consumición en cualquiera de los cinco bares instalados --Aquelarre, Capitán Haddock, Vieja Trova, La Hacienda y Farmacia de Guardia--. El propietario de este último, Francisco Rubio, confirmó ayer el cambio, aunque dejó claro que mantendrán la tarifa de entrada sólo los sábados cuando organicen fiestas y conciertos en el interior de la pista.

ACTIVIDADES LUDICAS

Durante la semana, las instalaciones permanecen abiertas de jueves a sábados. Según Rubio, el primer día nunca han cobrado por acceder al lugar pero sí lo han hecho los viernes: "A partir de ahora la gente no tendrá que pagar esa noche aunque tengamos actividades en la pista", subrayó.

Los hosteleros justifican la decisión de cobrar entrada los sábados cuando haya actuaciones "para asegurarnos que amortizamos los espectáculos". A pesar de ello, aclararon que realmente no hay que pagar por entrar a la pista de verano "sino abonar una consumición obligada para costear los espectáculos". Con este objetivo, los empresarios tienen previsto pagar de su bolsillo las fiestas y los conciertos que se celebren en agosto. El día 28 actuará el cantante Antonio Orozco y este jueves ofrecerán una fiesta de una marca de bebidas energéticas además de la actuación de dos disc-jockeys procedentes de Ibiza.

La apertura de la pista de verano ha provocado una fuerte polémica tras el primer mes de actividad. En este sentido, Juventudes Socialistas criticó el pasado jueves que los clientes tuvieran que pagar por entrar a la pista de verano y pidió la supresión en el pago de entrada.

Asimismo, denunciaron la existencia de tarjetas vips que hacen que "ciudadanos de primera" entren por otra puerta sin pagar y sin hacer colas. Los empresarios explicaron que las críticas eran "inevitables" y defendieron su derecho a rentabilizar 84.000 euros (14 millones de pesetas) invertidos en el hípico.