Empresarios de hostelería de la calle Pedro Romero de Mendoza han planteado al ayuntamiento que haya mayor flexibilidad en la aplicación de la ordenanza que regula el aprovechamiento de los espacios de uso público para la instalación de terrazas, en concreto en lo que afecta al cerramiento de las mismas. Su demanda se abordará esta mañana en la comisión informativa de Urbanismo del consistorio y es un asunto que no solamente incide en los empresarios de esta calle del sector 2 de Mejostilla, ya que la regulación de la normativa municipal en cuanto al cerramiento de los veladores ha provocado quejas en otras zonas.

A ninguno de los tres empresarios de Romero de Mendoza que se han dirigido al ayuntamiento se les ha concedido la licencia municipal. El ayuntamiento argumenta dos motivos para no dársela. El primero es que el cerramiento de sus terrazas no se ajusta a lo que establece la normativa para estas instalaciones. En la ordenanza se indica que no podrá apoyarse en la fachada del establecimiento ni estar anclado en el suelo. Los colocados en esta calle de Mejostilla están puestos sobre pilares de los soportales, desde el suelo hasta la parte superior que hace las veces de techo del cerramiento, con una guía colocada en la pared para poner y recoger la lona que forma estos cerramientos. La segunda causa es propia de esta zona porque los tres veladores de Pedro Romero de Mendoza están puestos en un pasaje o soportal que no puede ocuparse. En esta calle, que con sus 640 vecinos es la que tiene más población de toda Mejostilla, una parte del acerado está debajo de soportales que forman los edificios de viviendas.

«Lo que hemos puesto es seguro, protege de la lluvia y aísla del frío, lo que pedimos es que nos dejen mantenerlo hasta que pueda haber una modificación de la ordenanza» municipal, comentó ayer José Luis Santano, uno de los hostelero de esta calle, que además recordó que una supresión del cerramiento tendría un efecto negativo en los ingresos y puestos de trabajo de los establecimientos. En la solicitud que cada empresario hace al ayuntamiento se plantea la misma cuestión: una eliminación del cerramiento daría lugar a una reducción de los ingresos de «al menos un 40%». Las tres terrazas, colocadas bajo el pasaje por el que se accede a los portales de los edificios, están en terreno privado pero de uso público al que sí afecta la ordenanza, norma que está en vigor desde mediados de 2014.

«Tenemos permiso de las comunidades de vecinos -para colocar las terrazas debajo de los soportales-, además hay una distancia de dos metros hasta la pared para respetar el paso. Lo que estamos pidiendo al ayuntamiento es que nos eche una mano, una solución que nos permitan continuar como estamos hasta que la misma se acuerde», precisó Santano.

ALEGACIONES / A la aprobación inicial de la ordenanza de las terrazas se presentaron alegaciones de la asociación de hosteleros de la plaza Mayor y de los grupos municipales de la oposición (en aquel momento, en la primavera del año 2014, estaban en la oposición el PSOE e Izquierda Unida). Unos meses después de su entrada en vigor ya se planteó una primera modificación respecto a la distancia entre el establecimiento y la terraza cuando está instalada en un bulevar.

En la ordenanza de aprovechamiento especial de espacios de uso público con la instalación de terraza se apunta respecto a los cerramiento, además de que no estén apoyados en la fachada del establecimiento ni anclados en el suelo, que la estructura podrá cubrirse con toldo u otro material que no implique obra. En el primer plazo que se dio para renovar las licencias de cara al año 2017 se presentaron 164 peticiones. Este plazo se ha ampliado hasta finales de febrero.