Los turistas sufren las altas temperaturas alcanzadas en la ciudad en los últimos días (ayer se llegaron a superar los 39 grados). Botellas de agua fría, refrescos y cerveza es lo que más se vende por estas fechas en los establecimientos de la parte antigua, sin embargo los visitantes echan de menos una fuente en la que poder refrescarse. A lo largo de toda la ciudad monumental no existe ninguna en funcionamiento. Tampoco aseos públicos en los que coger agua para paliar un poco las elevadas temperaturas.

Tamara y Abel paseaban ayer por el Arco de la Estrella con sus dos hijas. Han venido desde Cantabria y soportaban a duras penas el calor. "Una fuente es imprescindible, estamos ahogados con este calor. Hay fuentes en todas las ciudades turísticas", aseguraban. Un grupo de los campamentos urbanos se refugiaba a la sombra junto a la Torre de Bujaco, con gorra, abanico en mano y helados para pasar el calor.

Del sufrimiento de los turistas saben bien los hosteleros de la plaza Mayor. Han solicitado en más de una ocasión la puesta en marcha de las fuentes ubicadas en la zona más próxima a la calle Pintores, junto a los bancos. "El calor en verano es insoportable, a nuestros baños entran muchos para refrescarse porque tampoco tienen aseos públicos en los que coger agua", señala Emilio Rey, propietario de El Pato.

Hace referencia también a la falta de baños públicos, que obliga a los establecimientos a ofrecer los suyos a los visitantes. "No nos podemos negar, pero el prestar nuestros aseos nos genera un gasto de luz, agua, papel y limpieza. Hemos solicitado que abran los de la plaza Mayor, pero el ayuntamiento dice que están averiados", añade Emilio Rey.

EN SAN JORGE Hasta ahora existía un baño en la plaza de San Jorge, que ha dejado de ser público desde que la Fundación Mercedes Calles abriera allí una cafetería, que gestiona estos aseos. "En el campeonato de ciclismo tampoco se les ocurrió abrir los baños, los ciclistas entraban en nuestros bares. Es un desastre todo", asegura Emilio Rey.

Tampoco se pone en marcha el sistema de riego para enfriar el suelo de la plaza Mayor. "Solo lo activan en el Womad para que la gente no se tumbe en el suelo. Vendría muy bien para estos días de calor", indica Judith Valiente, del restaurante Cayena. Además, al encenderse una vez al año, cuando se pone en funcionamiento el agua desprende mal olor. "El agua está ahí parada, cuando activan el sistema desprende un olor horroroso, la gente no se sienta ni en las terrazas", se queja el propietario de El Pato.