Construida en el siglo I, es la puerta más antigua de la cerca cacereña. El Arco del Cristo --que une la calle Adarve del Cristo con Fuente Concejo, la cuesta del Marqués y el Callejón del Moral-- ha sufrido muchas modificaciones a lo largo de la historia. Ahora, necesita de otra intervención que viene contemplada en el Plan Director de la Muralla de Cáceres y que reclama, desde hace tiempo, la vecina que reside pared con pared con la obra de base romana.

«La casa que se construyó encima --del Arco del Cristo-- se está echando a perder. Lleva por lo menos seis años cerrada y las humedades se pasan a mi casa a través de la habitación de arriba», se queja Agustina, que lleva 46 años viviendo en su domicilio con su marido y su hijo. «El ayuntamiento debería mirar más por la calle y por la parte antigua. El otro día rompieron la puerta de la casa --del Arco del Cristo-- y quisieron entrar».

Humedades provocadas por escorrentías --corrientes de agua vertida al rebasar su depósito o cauce-- y enmugrecimiento, arañazos en las dovelas --piezas que forman el arco-- por entrada de vehículos o la necesidad de acometer retacados de ladrillo --rellenar huecos existentes-- en la base son algunos de los síntomas más evidentes que presenta el Arco del Cristo.

Mampostería y sillería

La obra de base romana es una construcción que mezcla elementos modernos con mampostería y sillería, dos partes que requieren de intervenciones según el Plan Director de la Muralla de Cáceres. En cuanto a la mampostería, a pesar de que ha sufrido las reparaciones propias de las necesidades que a lo largo del tiempo han ido surgiendo, algunos tramos necesitan ser revisados dada su falta de adherencia al muro.

También una gran escorrentía surca la fachada, acusando el enmugrecimiento y creando un canal de conducción de agua dónde crecen plantas de distinto orden, además de que es necesario revisar la adhesión de las lajas que coronan la terraza.

Con respecto a la sillería, el nivel de humedad es bastante alto en los paramentos, especialmente en el muro oeste. En ellos, el efecto de la humedad ha provocado la disolución de los feldespatos del granito y la superficie se muestra arenizada, con escamas que tienden a desprenderse de la matriz pétrea. En algunos puntos de las dovelas son visibles arañazos provocados, posiblemente, por la entrada de vehículos de mayor tamaño y hay zonas en las que se ha perdido el material de rejuntado, fundamentalmente en las partes bajas.

Igualmente, en la zona interior del arco son visibles, a ambos lados, velos salinos bastante activos. En estas zonas bajas se acumulan las micciones de los canes que contribuyen de forma activa al deterioro de la piedra. Por último, el Plan Director de la Muralla recoge que el cableado que recorre el interior del arco contribuye a crear una imagen caótica y da sensación de provisionalidad.

Además de sobre el Arco del Cristo, el Plan Director de la Muralla de Cáceres plantea también actuaciones de reforma en su entorno, como en la calle San Roque o la Torre del Río. Ésta última presenta pequeñas oquedades, vegetación y escorrentías desde los desagües, distribuidas por los paramentos de mampostería, mientras que parte de la sillería que recorre las esquinas aparece sin argamasa de rejuntado.