Los enganches ilegales al suministro eléctrico en varios edificios de viviendas sociales de Aldea Moret son constantes. "Cuando se detectan, se cortan y se intentan quitar los enganches, pero a los cuatro días están puestos otra vez", explica la delegada territorial de Iberdrola, Ana Lafuente.

La responsable de la compañía manifestó a EL PERIODICO que, tras comprobar que las medidas adoptadas pierden efectividad con el tiempo, "estamos intentando involucrar a los organismos que tienen algo que ver con estas viviendas para intentar llegar a un acuerdo" y que se renueven las instalaciones de estos bloques y se incorporen elementos de seguridad a las mismas.

Ana Lafuente señaló que resulta muy complicado identificar a los responsables de estas actuaciones y que lo que más les preocupa no es ya el fraude, sino "la seguridad", porque se manipulan instalaciones en tensión.

MEDIDAS INFRUCTUOSAS Añade que cuando se han detectado los enganches ilegales, se ha cortado el suministro, pero el resultado ha sido infructuoso y "al final, los más afectados son los que tienen su contrato formalizado y ven que su cuadro de contadores está inutilizable".

Para solucionarlo, Iberdrola se pondrá en contacto con el ayuntamiento y la Junta, para intentar negociar la puesta a punto de las instalaciones manipuladas y la introducción de medidas de seguridad, puesto que la comunidad de propietarios en este tipo de viviendas no puede hacer frente a un desembolso económico de estas características y la compañía "controla las instalaciones hasta la puerta".

Esta es una de las dificultades con las que se encuentran las empresas eléctricas, otra, en la que coinciden los responsables de Eléctricas Pitarch e Iberdrola es el efecto de las cigüeñas en sus líneas. Eduardo Pitarch Velloso asegura que el 90% de los cortes de luz que se registran anualmente son originados por estos animales o sus nidos.

Pitarch añade que la empresa "invierte mucho en la calidad del suministro y en la mejora de las líneas", que en muchas ocasiones queda ocultada por las averías provocadas por las cigüeñas. "Es un problema muy difícil de atajar, a pesar de haber probado todo tipo de elementos disuasorios", señala.

La delegada de Iberdrola, no obstante, se muestra esperanzada con las últimas medidas puestas en marcha por su compañía en este sentido. "Se empieza a ver que el esfuerzo inversor de años comienza a dar sus frutos".

Ambas empresas cifran la calidad del suministro en Cáceres como "buena y muy por debajo" de lo establecido. Iberdrola sitúa en una hora el tiempo anual de interrupción en la ciudad, cuando la calidad reglamentaria establecida para una zona urbana son dos horas.