Cáceres no es la primera ciudad que Icomos pone en su punto de mira para denunciar supuestos atentados al patrimonio, como el que expone en el informe contra el hotel de Atrio en San Mateo. El comité español del organismo asesor de la Unesco también ha utilizado el mismo procedimiento --publicación de los dosieres sin dar traslado previo a las instituciones competentes-- que en el caso de Cáceres para criticar actuaciones en otros cascos históricos del Grupo Español de Ciudades Patrimonio de la Humanidad.

La desconfianza a las prácticas de Icomos obligaron incluso en mayo del 2009 a esta asociación a crear un comité asesor que, integrado por técnicos de ayuntamientos y un representante del Ministerio de Cultura, la Unesco e Icomos Internacional, serviría como órgano de consulta para las ciudades patrimonio cuando crean que un proyecto urbanístico puede entrar en colisión con la protección del patrimonio. Icomos España quedó fuera de este acuerdo tras la beligerancia mostrada con el grupo español y los rifirrafes protagonizados con ciudades como Cuenca o Santiago de Compostela.

La alcaldesa de Cáceres, Carmen Heras, ya ha manifestado su intención de pedir amparo a la asamblea, cuya presidencia de turno recae en Fernando Clavijo, alcalde de San Cristóbal de La Laguna, otro de los municipios a los que Icomos ha criticado por intervenciones en el casco histórico. Este responsable manifestó ayer a este diario que desconocía la existencia del informe crítico con Atrio y optó por no hacer más declaraciones hasta que no lo reciba por vía oficial.

En cualquier caso, el documentos de Icomos ha conseguido paralizar el proyecto de un ascensor en el casco antiguo de Cuenca, aunque no el de un teleférico en Santiago de Compostela para comunicar la zona histórica con el monte donde está ubicada la Ciudad de la Cultura de la capital gallega.

En este caso se trataba de un proyecto público financiado por un consorcio formado por el ayuntamiento, la Xunta de Galicia y el Gobierno. Las críticas de Icomos se centraron en noviembre del año pasado en el supuesto impacto en el casco histórico de este medio de transporte, aunque el ayuntamiento decidió trasladar la polémica a una esfera mayor a la de Icomos España.

APOYO El alcalde, Xosé Sánchez Bugallo, llegó a viajar al Centro Mundial de Patrimonio de la Unesco en París, arrancando una felicitación de este organismo por el estudio "riguroso" del teleférico, además de la promesa de una visita de técnicos para analizar el proyecto, que no ha llegado a producirse. La iniciativa del teleférico no ha podido llevarse a cabo aún por recortes presupuestarios, sin que el dosier crítico de Icomos haya servido como razón para ello.

El ejemplo de Cuenca es contrario. Icomos España se opuso a un proyecto de "remontes mecánicos" para facilitar el acceso al casco antiguo. Ocurrió en noviembre del 2008 y el Ministerio de Cultura tuvo que mediar para intentar que se lograra un acuerdo, tras un informe de Icomos contra esta iniciativa que contemplaba perforar la roca para instalar el ascensor y mejorar así la accesibilidad. El proyecto sigue paralizado.

Por otro lado, el Ministerio de Cultura informó ayer que el dosier de Icomos no había llegado aún a la Subdirección General del Patrimonio Histórico, competente para estudiarlo. La presidenta de Icomos dijo que lo envió el pasado lunes por la tarde.