"Lo cojas por donde lo cojas son un cúmulo de cosas. Estamos muy hartos de esta guerra y necesitamos soluciones. Este año se ha jodido todo, así que solo toca empezar a currar para el año que viene". Lo dice la presidenta de la Asociación Cacereña del Carnaval, Marisa Iglesias, visiblemente desbordada por la polémica que ha rodeado la fiesta tras una resolución de la Junta de Extremadura que impedía la ampliación de horario de los locales de copas en las zonas saturadas (exceso de bares) y que derivó en el cierre el sábado de la carpa de la plaza Mayor.

Las declaraciones de Iglesias se producen después de la reunión que el jueves mantuvo con el concejal de Festejos, Pedro Muriel, en la que el edil explicó a los carnavaleros la versión municipal sobre lo ocurrido. Iglesias dijo que efectivamente el consistorio había enviado un fax solicitando al ejecutivo regional que hiciera una excepción para poder ampliar el horario. La Junta mantiene que se envió tarde y mal (vía fax), pero el ayuntamiento tira de hemeroteca y asegura que siguió el trámite de anteriores ocasiones. "Quizás el ayuntamiento lo hiciera tarde, pero es verdad que ha sido la primera vez que la Junta ponía una cláusula de esta dimensón".

La responsable de la asociación tiene esa frustrante sensación de que "nadie tiene la culpa" de lo ocurrido, o más bien de que ninguna de las administraciones asume su parte de responsabilidad. También lamenta la falta de agilidad del equipo de gobierno en dar explicaciones a los carnavaleros: "Si hubieran hablado con nosotros el domingo para explicarnos qué había pasado, mucho de esto se hubiera evitado. Pero la postura del ayuntamiento es que no querían meternos en el ajo, que la cosa estaba muy caliente y el teléfono les explotaba".

EL ENCUENTRO La asociación mantuvo anoche un encuentro para analizar la polémica. En ella pidieron a las administraciones que "el año que viene se pongan las pilas y se concedan los permisos como debe ser porque si en Badajoz se ha podido, se han dado las autorizaciones, aquí tiene que pasar exactamente igual". Asimismo, los carnavaleros acordaron solicitar formalmente y por escrito al ayuntamiento que estudie la posibilidad de que el Martes de Carnaval sea declarada fiesta local. La petición se ha realizado ya de modo informal pero el consistorio nunca ha contestado.

El cierre el pasado sábado de la carpa de la plaza Mayor que realizó el ayuntamiento en virtud de una resolución de la Junta, ha generado una polémica sin precedentes en la historia del Carnaval. Desde el pasado domingo las reacciones se han ido sucediendo y han dado pie a un serio enfrentamiento entre la administración local y regional. Además, el pasado miércoles, unos 300 carnavaleros se dieron cita en la barriada cacereña de Las Trescientas en protesta por lo acontecido.