El II Cáceres Irish Fleadh puso ayer el cierre a cuatro días de música que, al igual que en la edición del 2004, han vuelto a demostrar que la ciudad monumental necesita de iniciativas que la revitalicen. El éxito de público, que ha llenado la media docena de locales del casco antiguo que han acogido las actuaciones, confirma la idoneidad del formato ideado por la asociación ElgatoalAgua, al que este año se ha sumado el Consorcio Gran Teatro con tres conciertos.

La fórmula del festival, en diferentes recintos y con una programa oficial que no supera a los organizadores por el número de actos, demuestra la conveniencia de la capital cacereña como sede. Una idea en la que ayer incidió Luigi Giuliani, presidente del colectivo organizador, en su balance del II Cáceres Irish Fleadh. "El resultado ha sido satisfactorio", subrayó.

Sin embargo, dejó claro que la continuidad del festival pasa por mantenerlo en la misma línea, con algunos ajustes en los horarios: "Nuestra apuesta es por un formato pequeño, no para grandes masas". Este portavoz también descartó la idea de que la cita musical pueda convertirse en el futuro en algo similar al Womad ya que, dijo, "no está a nuestro alcance ni se dan las condiciones", en referencia al número de locales que participan en el festival, la mayoría situados en la parte antigua. "No puede haber más porque no los hay", subrayó. También apuntó que el mes elegido para celebrar el evento es el más idóneo, ya que no coincide con la primavera ni con conciertos al aire libre, una alternativa por la que tampoco apuestan los organizadores en próximas ediciones a pesar de la asistencia de público durante el pasado fin de semana.

En cuanto a los datos de participación, Giuliani calculó que la afluencia ha sido similar a la del año pasado y destacó el mejor nivel del centenar de músicos venidos de Irlanda, Gran Bretaña, Italia, Portugal y España.

LA ULTIMA JORNADA El buen tiempo acompañó ayer a la última jornada del festival en el que tres conciertos completaron el cartel musical. La calidad de Dowling Trío animó el mediodía en el Gran Teatro, que dio paso a la actuación de Llonxana, un quinteto de músicos españoles, en la matiné de la sala Aldana. El broche nocturno lo puso en The Blue Corner, en el R-66, el grupo Lost Weekend. La clausura de la exposición de instrumentos musicales, discos y libros sobre la cultura irlandesa que se ha mantenido durante todo el festival en el palacio de Carvajal completó el domingo.