Estimular la imaginación y la innovación para enfocar ese talento creativo hacia la empresa, los negocios, como valor añadido, es uno de los principales objetivos del congreso que bajo el título The coffee break reúne estos días en la ciudad a más de un centenar de personas de toda España. Nadie puede saber aún si conseguirá que los congresistas la estimulen, pero de lo que no cabe duda es de que al congreso en sí, desde su formato a sus contenidos, imaginación no le falta.

Los congresistas pululan por la ciudad conociéndose, compartiendo experiencias, ideas...; a determinadas horas se sientan en torno a un café, un zumo..., y siguen conversando, compartiendo, entre ellos y en ocasiones con algunos de los grandes inventores, grandes innovadores , como Alfons Cornella, Albert Armengol, Carlos Barrabés, Carlota Mateos o Manuel Jalón, a los que la organización del congreso ha invitado para darle caché .

No hay ponentes, ni debates, ni exposiciones... ni pausas para el café, precisamente porque este congreso, que busca estimular la imaginación, ha surgido de una idea muy imaginativa del Grupo de Iniciativa Joven de la Junta, la de que todo él sea la pausa para el café.

Y también la originalidad de todas sus actividades paralelas, que ofrecen desde la posibilidad de tener la sensación de libertad haciendo cosas suspendidos en el aire, a ver levitar al alemán Johan Lorbeer, que hace que el público deje de ser espectador para convertirse en partícipe de la investigación, ha sorprendido a todos.