La comunidad de vecinos del bloque 13 de la calle Juan García García ha denunciado los destrozos ocasionados en las viviendas sociales de Aldea Moret. La situación de deterioro del inmueble, propiedad de la Junta, se ha agravado en las tres últimas semanas tras quedar fuera de servicio el ascensor que, según el testimonio de los vecinos, fue forzado con un gato al quedarse encerrados dos niños.

El edificio, ocupado por 28 vecinos, algunos de ellos de avanzada edad, tiene seis pisos. Juan Carlos Rodríguez, portavoz de la comunidad, explica que han tenido que limitar sus salidas de casa "por miedo a enfrentarse a las temibles escaleras". Además, dice, hay varias plantas sin luz en la escalera y se han dado incluso casos de pisos que han sido clausurados y han vuelto a ser habitados sin el conocimiento de la Junta: "No me explico cómo pueden tener agua y luz si ya no son propiedad de nadie", denuncia.

SIN SUMINISTRO ELECTRICO

"El pasado fin de semana alguien manipuló el cuadro de contadores y nos quedamos sin luz en nuestra casa" denuncia Juan Carlos Rodríguez, quien afirma que se han producido enganches irregulares en algunas viviendas. Los cristales han desaparecido de las puertas y los desperfectos en las paredes son notorios.

La cuota de comunidad que pagan los vecinos asciende, incluido el mantenimiento del ascensor, a 18 euros (3.000 pesetas) y el alquiler por vivienda es de 36 euros (6.000 pesetas). El portavoz de la comunidad señala que la mayoría de los vecinos han dejado de pagar estas cantidades y que la Junta no ha hecho nada por solucionarlo. "Mucho más si tenemos en cuenta que hay leyes que permiten obligar a los inquilinos a cumplir con ello", subraya.

En los últimos seis años, según Rodríguez, al menos seis familias han abandonado sus viviendas por el estado del inmueble.