Agentes de la Guardia Civil, pertenecientes al Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Comandancia de Cáceres, detuvieron ayer a dos vecinos de la capital cacereña como supuestos autores del incendio que se originó en El Galindo hace una semana por un delito de incendio forestal en grado de imprudencia.

Desde el primer momento en que se originó el incendio, los investigadores del Seprona de la Guardia Civil, en colaboración con personal dependiente del Plan Infoex, iniciaron una investigación con el objetivo de hallar las pesquisas necesarias para determinar el origen y las causas del fuego. Al final, consiguieron determinar el punto exacto de su inicio: una barbacoa realizada en una parcela situada en el paraje denominado Los Millares.

Los dos hombres detenidos fueron sorprendidos e identificados el mismo día del origen del fuego en la finca de Los Millares, si bien los agentes de la Guardia Civil no pudieron determinar si se encontraban realizando una barbacoa o, en caso afirmativo, si ésta había provocado el incendio. Sin embargo, durante el transcurso de la investigación, los sospechosos fueron llamados a declarar en varias ocasiones y, tras ofrecer testimonios contradictorios, los agentes de la Guardia Civil determinaron que se trataba de los autores.

Según informaron ayer a este diario fuentes de la Guardia Civil, los supuestos autores fueron citados a declarar ayer en las dependencias de la Comandancia, tras lo que pasaron a disposición judicial declarando el juez su libertad. En estos momentos, informó la Guardia Civil, se encuentran en sus respectivos domicilios a la espera de que se fije una fecha para el juicio.

23 DE JULIO El incendio en el paraje El Galindo se originó el pasado 23 de julio y ha provocado la quema de más de 1.500 hectáreas de masa forestal. El fuego fue catalogado de Nivel 1 por la peligrosidad que existía al estar próximo a varias viviendas y a la capital cacereña.

De hecho, tras declararse el incendio, la Guardia Civil procedió a la evacuación de varias familias que residen en diferentes casas aisladas que se encontraban muy próximas a las llamas, quienes regresaron horas más tarde, cuando la peligrosidad en la zona ya había desaparecido. Incluso una persona tuvo que ser atendida por miembros de la Cruz Roja, después de sufrir una crisis de ansiedad. Igualmente, la Guardia Civil tuvo que proceder, asimismo, al corte de la carretera EX-100 durante varias horas, debido a la escasa visibilidad que existía por el intenso humo que había producido el incendio al encontrarse muy próximo a esta vía de comunicación.

En la extinción del incendio, además de numerosos agentes de la Guardia Civil, participaron hasta tres aviones anfibios, cinco helicópteros, bomberos del Sepei de Cáceres y diez retenes terrestres con apoyo logístico de maquinaria y cinco autobombas.

PELIGRO ALTO El pasado 1 de junio se inició la Epoca de Peligro Alto de incendios forestales, prohibiéndose cualquier tipo de uso recreativo del fuego, una prohibición que permanecerá en vigor, inicialmente, hasta el próximo 15 de octubre. En ese sentido, la Guardia Civil recordó ayer, a través de una nota de prensa, que los incendios forestales, como el investigado, son evitables, y, además de ocasionar importantes daños materiales y medioambientales, entrañan, en todo caso, un riesgo para la vida de las personas que puedan encontrarse en sus proximidades y, siempre, del personal que participa en las labores de extinción.