Los vecinos de la barriada de San Marquino aseguran que están hartos. El suministro de agua llega con poca fuerza hasta sus viviendas, y si el Canal de Isabel II eleva la presión para paliar las quejas de los residentes, este aumento provoca una ruptura de las viejas tuberías de fibrocemento, algunas con más de 50 años, y se quedan varias horas sin agua.

"La situación es preocupante desde hace tiempo, pero se ha agravado durante el último mes con días enteros de sequía. El lunes, por ejemplo, no tuvimos suministro desde primeras horas de la mañana hasta la noche, y tampoco recibimos una respuesta clara", explica una inquilina.

La baja presión no permite el encendido de los calentadores de agua, entre otras molestias. "Ponemos las cacerolas en la cocina para lavarnos, es una vergüenza", lamentan los vecinos. Sin embargo, el incremento de la presión tampoco parece una solución adecuada porque ha provocado rupturas recientes en Miralrío y Concordia, que cortan por completo el suministro.

EL CANAL, PREOCUPADO El gerente del Canal de Isabel II, Gerardo Díaz, reconoció ayer el problema y declaró que su compañía se debate entre mantener el suministro o aumentarlo en San Marquino bajo riesgo de averías serias. "El lunes tuvimos que abrir una zanja de dos metros para cambiar un tubo completo, desde las 9 de la mañana hasta las 10 de la noche. Es nuestro trabajo y lo asumimos como tal, pero el problema recae en los vecinos que se quedan sin agua. ¿Qué hacemos entonces? ¿Damos más presión?", inquirió.

Gerardo Díaz señaló que esta cuestión tiene su origen en el continuo crecimiento de Cáceres: "Cada vez hay más viviendas y más demanda de agua", dijo. Anunció que ha comunicado el problema de San Marquino al ayuntamiento para aplicar soluciones en cuanto sea posible. "Ayer mismo hablamos con el inspector de Servicios Urbanos", matizó. El Canal ha renovado hasta ahora la tercera parte de las tuberías de abastecimiento mediante inversiones municipales, pero aún quedan viejos tramos como el de esta barriada.

Al margen de la red general, aclaró que algunos vecinos deberán cambiar las acometidas de sus casas, muy antiguas. "Tenemos competencias para arreglarlas, no para reponerlas", dijo.