El estudio sobre la repercusión en las viviendas del Residencial El Arco por los ruidos que genera la ronda Norte deberá esperar, así lo confirmaron a la junta directiva de la asociación de vecinos los concejales socialistas de Infraestructuras y Partipación Ciudadana, Miguel López y Carmen Lillo, respectivamente, tras la visita que giraron al barrio.

Aunque los presupuestos municipales, redactados por el Partido Popular, incluían una partida de 100.000 euros para analizar las consecuencias que en las casas provocan los decibelios que emiten los vehículos, los ediles explicaron que los ingresos previstos en esta partida presupuestaria dependen de la enajenación de bienes municipales, por lo que no hay financiación para acometer este estudio en el presente año.

El anterior equipo de gobierno se comprometió a desarrollar el proyecto. En cualquier caso, ambos concejales se comprometieron a solicitar ayuda a la Junta de Extremadura para buscar alguna medida. El portavoz del Gobierno, Lorenzo de la Calle, también se refirió a este asunto el pasado viernes al término de la junta de gobierno local. Indicó que el consistorio ya dispone de un primer informe cuyos datos desvelan que el nivel de ruido de esta zona es el 50% inferior al que soportan los vecinos de la avenida Hernán Cortés. No obstante, De la Calle dijo que se intentará "hasta que crezca la vegetación adoptar algún tipo de medidas que protejan a estos vecinos del alto nivel de ruido".

Por otro lado, la asociación vecinal ha trasladado al actual equipo de gobierno municipal el mismo catálogo de necesidades que desde hace tiempo demandaron del anterior gobierno popular, entre las que destacan las siguientes peticiones de obras o mejoras: creación de pistas deportivas, iluminación del parque Don Juan de Borbón, instalación de un nuevo área de recreo, estudio para la mejora del tráfico en determinadas calles y mayor presencia policial, adecuación de la señalización en algunas calles y limpieza de algunas parcelas.