La política cultural del Ayuntamiento de Cáceres promueve una oferta anclada en las tradiciones, pero no abarca todos los campos de la expresión cultural. En la ciudad falta un modelo cultural moderno y un proyecto de gestión cultural. Estas son algunas de las conclusiones del informe elaborado por el consistorio y realizado por un equipo de investigadores dentro del programa culturcivitas , un proyecto enmarcado en la iniciativa Equal, del Fondo Social Europeo.

Bajo el título Estudio sobre la situación de igualdad de oportunidades con relación al sector cultural de Cáceres , este análisis repasa en profundidad la cultura cacereña, cuya oferta define como rica y variada, pero de la que desgrana importantes carencias.

Así, indica que los responsables locales "no se asesoran, no escuchan. Hay un concepto de patrimonio anclado en el pasado cuando el patrimonio es algo vivo".

En este sentido sostiene que el consistorio no tiene una política clara que fomente el acceso al mercado de nuevos productos culturales. Reconoce que otorga ayudas económicas a determinadas iniciativas, "pero la elección de éstas --subraya-- es indiscriminada y puntual".

El informe remarca que, de forma estable, el ayuntamiento recupera y mantiene fiestas tradicionales y colabora en la financiación de grupos como el Orfeón Cacereño, el Grupo Municipal de Canto y Danza, la Coral de Santa María o la Unión de Cofradías Penitenciales. Frente a ello, destaca la necesidad de apoyar y facilitar la iniciativa privada y la creación particular. "Falta apoyo a iniciativas privadas, tanto en la economía como en lo político. Por ejemplo, el festival de cine de San Pancracio".

Añade que las casas de cultura están cerradas los fines de semana y que existe un deterioro y una infrautilización del patrimonio cultural. "Las instituciones --señala-- acaparan gran parte de edificios históricos, que vacían en uso y contenido".

EL PRESUPUESTO

Además, los propios responsables de la concejalía de Cultura --cuando el informe se realizó el concejal era José Diego-- califican de escaso el presupuesto asignado: 300.000 euros en el año 2002 y 387.000 en el 2003, y aseguran que el dinero se usa exclusivamente para las actividades culturales locales.

El informe, encargado por la exconcejala de Fomento de Empleo Teresa Bravo, avanza también aspectos positivos de la cultura cacereña. Así, remarca que la política cultural se centra en l promoción de la ciudad monumental, apoya a colectivos y asociaciones y mantiene una buena relación con las instituciones.