Con la obtención de licencia de primera ocupación, para la inmediata entrega a los compradores, Iniexsa ha finalizado la Segunda Fase del Residencial Vegas del Mocho, que consta de 17 viviendas unifamiliares adosadas. Estas viviendas, con superficies construidas que van desde los 264 metros cuadrados a los 281 metros cuadrados, han sido diseñadas por el arquitecto Emilio Pizarro, adoptando soluciones bioclimáticas, de forma que son elementos fundamentales de la construcción, tanto la elección de los materiales empleados como la disposición arquitectónica.

Los materiales empleados responden a los de más alta calidad en el mercado, tanto en alicatados y solados como en vidrios de doble luna, con cámara de aislamiento de hasta 10 mm y carpinterías de madera en sistema block y tapajuntas en sistema sitec, con lo que se ha conseguido un conjunto que forma un modelo arquitectónico muy atractivo en su concepción exterior y muy acogedor en su interior.

Los clientes de Iniexsa han podido, a lo largo de todo el proceso de construcción, definir espacios, elegir materiales y acabados, ya que es norma de la empresa que la vivienda cuando se entregue debe responder lo más posible a las necesidades de cada comprador. De ahí que cada vivienda sea en su interior única, con respecto a las demás. El trabajo del personal técnico de Iniexsa, junto con la dirección facultativa, lo hacen posible.

En la definición bioclimática de las viviendas --que ha recogido muy bien el arquitecto Emilio Pizarro-- se decidió aplicar un giro a la parcelación, de manera que ganamos en aprovechamiento y a la vez en orientación. El sombreamiento de unas casas sobre otras es especialmente importante en nuestro clima. Así el soleamiento es una de las principales cuestiones a definir en la vivienda bioclimática: el mejor aprovechamiento de la energía solar, que permite, incluso su almacenamiento natural y la distribución del calor captado para obtener confort. Gracias a la correcta orientación de las ventanas y a sus tamaños, en función de la geométrica solar, se consigue evitar la dependencia de la iluminación artificial hasta el mínimo. Se puede cifrar el ahorro energético de las viviendas en orden al 30% en relación con la vivienda convencional.