Para Inmobiliaria Fernández estas actuaciones irregulares que se imputan a las empresas del sector no son intencionadas, sino malas interpretaciones que hay que evitar. Entienden, desde su amplia experiencia, que la mejor fórmula para evitar conflictos interpretativos entre inmobiliaria intermediaria y partes (compradora y vendedora; o inquilino y propietario, según el caso) es procurar juntar a ambas partes a la firma del contrato previo de arras o señal, para que así sean ellas las que directamente, bajo la atenta supervisión y consejo del asesor jurídico de la inmobiliaria, lo firmen, "pues es importante evitar la duplicidad de contratos (inmobiliaria-comprador; vendedor-inmobiliaria), ya que ésto puede traer graves problemas interpretativos".

Así, previo exhaustivo análisis de la documentación del inmueble objeto de compraventa o alquiler, añaden, se firmará un único documento entre todas las partes en el que se deben fijar no sólo todos los puntos esenciales del acuerdo de venta, sino también pactar de forma clara y expresa la comisión que percibirá la empresa por su labor de intermediación, asesoramiento y gestión.

En este sentido, y haciendo constar que Inmobiliaria Fernández tiene como política el "intermediar el máximo número de ventas posibles en lugar de pretender sacar grandes tajadas de una sólo venta", destaca que, salvo puntuales excepciones, en lugar del 3% sobre el precio de venta que cobran otras empresas, "tenemos como norma general cobrar por los servicios integrales de la intermediación (intermediación, gestión de documentos antes y después de la venta, asesoramiento jurídico, cambios de agua, luz...) únicamente la cantidad de 3.000 euros, más el IVA correspondiente, y en el caso de los alquileres la cantidad equivalente a media mensualidad más IVA a cada una de las partes".

Y para concluir, desde Inmobiliaria Fernández se pide, una vez más, que de una vez se lleve a cabo la prometida regulación del sector inmobiliario, que evite el intrusismo de particulares sin escrúpulos que están causando un grave daño en el mercado.