La Fundación Inpa--Framaguad, dedicada a promover el sentimiento prosocial entre los más jóvenes, entregó ayer los premios de la séptima edición de su concurso de relatos cortos y contenido prosocial. El acto tuvo lugar en la sede central de Caja Duero, una de las entidades que colabora con este certamen internacional al que han concurrido una veintena de obras de autores de distintas comunidades autónomas o de americanos como Cuba o Argentina.

Con un total de siete galardones, Daniel Martínez Mariño (La Coruña, 1991) y Miguel Huertas (Madrid, 1991) obtuvieron el primer y el segundo premio, respectivamente, en la categoría de 12 a 16 años, dotados con 1.200 y 300 euros. En la de 17 a 22 años se concedieron un segundo a Manuel Miguel Martín (Las Palmas, 1985) y un accésit a Diego García (Buenos Aires, 1985). También obtuvieron este reconocimiento otras tres obras de Beatriz Prego (Vigo, 1989), Suset González (La Habana, 1995) y Vanesa Henares (Montcada, 1989).

El poeta extremeño Basilio Sánchez, que ejerció como portavoz del jurado, destacó "la alta calidad" de las obras presentadas al concurso, con la inmigración, las relaciones familiares y los discapacitados como principales temáticas. "Todas tienen un contenido prosocial, además de un contenido ético y de promover la tolerancia y la solidaridad", subrayó Sánchez.

ALMA JUVENIL Por su parte, Guadalupe Andrada, presidenta de la fundación Inpa-Framaguad, hizo hincapié en que "el alma y la esencia" de estos premios proviene de los jóvenes, "muestra real de una parte de nuestro mundo y nuestra esperanza". También aprovechó su intervención para agradecer a particulares, medios de comunicación, instituciones y entidades privadas su colaboración con estos galardones, dijo, "hechos de un posicionamiento libremente comprometido, social y humanitario, de una conciencia moral que propugna la convivencia altruista por encima, incluso, de leyes que ignoran o desechan a las personas".

Al acto también acudió el concejal de Cultura, Santiago Pavón, que destacó "la importantísima labor social de Caja Duero" por su apoyo a este tipo de iniciativas. También se refirió al papel que "la sociedad civil" debe desempeñar "en un mundo injusto" y puso a este certamen como un ejemplo de participación y concienciación social.