La inquilina del local de San Jorge, Ana Belén Garrido, solicitó ayer que se anule la demanda de desahucio que el ayuntamiento ha presentado contra ella. Lo hizo en un juicio celebrado ayer para resolver su situación. Lleva 47 años explotando un negocio de 'souvenirs' orientado al turismo en un espacio municipal de esa plaza. Al principio lo regentaba su madre, que le subrogó el contrato en el año 1995. Desde entonces lo gestiona ella.

El pasado mes de septiembre recibió una carta de alcaldía en la que le ordenaban marcharse el 31 de diciembre del 2014. El ayuntamiento había sacado ya a concurso el resto de los locales de la plaza de San Jorge, con el objetivo de abrir allí una cafetería. Su explotación fue adjudicada a la Fundación Mercedes Calles y Carlos Ballestero, que actualmente ocupa parte de esos espacios. El establecimiento hostelero abrió el 12 de enero de este año. Según el pliego de condiciones, la institución tiene el derecho de ocupar el local de Ana Belén Garrido (tiene dos) cuando ésta se marche, sin necesidad de convocar un nuevo concurso público.

Garrido recurrió esa decisión de alcaldía que le obligaba a marcharse por la vía civil, pero aún no se ha dictado resolución. Más tarde el ayuntamiento envió a la adjudicataria una demanda de desahucio, que ha quedado vista para sentencia después de haberse debatido ayer en un juicio. En él el ayuntamiento puso de manifiesto que el contrato de Ana Belén Garrido finalizó el 1 de enero del 2015 y que a fecha de hoy aún no se ha marchado creando, por ello, "un perjuicio" al consistorio. Destacó además que la inquilina lleva estos siete meses sin pagar la renta (ella asegura que nunca se ha negado a pagar, pero que no se la cobran).

El abogado que defiende a la afectada, Antonio Rubio, reclama además que su clienta reciba una indemnización al ser obligada a abandonar el local. Cree que el ayuntamiento debe pagarle ese dinero debido a que "nunca" le informó de que el sitio que ocupaba su tienda iba a salir de nuevo a concurso. Esto, asegura, "vulnera sus derechos adquiridos" por haber sido durante tantos años adjudicataria del local.

SIN ALTERNATIVA Ella señala que ha intentado por todos los medios llegar a un acuerdo con el ayuntamiento. "No me han dado ninguna alternativa. Me avisaron por carta y nadie nunca ha venido a hablar conmigo", manifestó ayer antes de que comenzara la vista. Aseguró que ha vivido estos meses (desde que recibiera en septiembre pasado la notificación de que debía marcharse) con incertidumbre. "Un autónomo no tiene derecho a nada. Tengo 41 años y una hipoteca y me van a dejar sin trabajo", insistió.

El director de la Fundación Mercedes Calles y Carlos Ballestero, Luis Acha, acudió al juicio en calidad de testigo y resaltó que aún no tiene firmado ningún contrato que avale que el local que ocupa Ana Belén Garrido va a ser de su propiedad, aunque sí destacó que su intención, cuando se quede libre, es ampliar su negocio de hostelería de la plaza.

Por otro lado, la defensa de Ana Belén Garrido interpondrá un recurso de reposición contra el juicio celebrado ayer. Considera que la vista debía haberse suspendido ya que cree que "hay indefensión", al no haberle dado traslado de las pruebas solicitadas para prepararlas con antelación a la vista.