El Ministerio del Interior aún no tiene decidido el uso definitivo que le dará a la vieja comandancia de la calle Margallo, tras la reciente inauguración del nuevo edificio de la Guardia Civil en El Cuartillo. Así lo confirmaron a EL PERIODICO EXTREMADURA diversas fuentes consultadas, que explicaron que el futuro está aún por concretar y que no se descarta la venta del inmueble, su cesión para uso social o que Patrimonio del Estado se encargue de esta cuestión, como ha sucedido en el caso del Banco de España.

El traslado de la comandancia de Margallo a las nuevas instalaciones adquiridas en propiedad en la carretera de Trujillo culminarán en un periodo de dos meses. En el viejo cuartel ya sólo quedan cuatro o cinco familias y en El Cuartillo restan únicamente algunos detalles de mobiliario para que la nueva comandancia funcione a pleno rendimiento.

Si bien es cierto que el edificio de la calle Margallo presenta unas pésimas condiciones, es obvio que está situado en un lugar céntrico y privilegiado, ideal para la especulación inmobiliaria y hotelera e incluso para servir de sede a diferentes colectivos que trabajan en la capital cacereña.

Fue en 1928 cuando la Guardia Civil alquiló este edificio. Posteriormente, en 1953 lo adquiere en propiedad. No obstante, mucho antes, en 1943, la Benemérita ya había comenzado a reivindicar unas instalaciones mejores, al ver las carencias que presentaba la casa y la falta de espacio para los agentes destinados a trabajar en la ciudad.

LAS ALTERNATIVAS

Sin embargo, los reclamos de la Guardia Civil no sirvieron para que la administración solucionase el problema. De modo que se buscaron dos soluciones alternativas. La primera fue la de alquilar otro edificio en la calle Ceres; el 1 de octubre de 1945 se formaliza el arrendamiento. El inmueble será derribado y en él se levantarán viviendas, como ya informó este diario el 23 de abril.

La segunda solución fue la de la avenida de la Bondad, donde se instaló el subsector de Tráfico. Las mismas fuentes consultadas subrayaron que parece improbable que esta dotación se venda. La opción que se baraja es que las viviendas se utilicen por la propia Guardia Civil.

Fue en el mes de diciembre de 1976 cuando se fijó el contrato de arrendamiento con el Patronato de la Vivienda de la Guardia Civil para instalar las dependencias de Tráfico, que ahora comenzarán a funcionar en la nueva comandancia de la carretera de Trujillo.