Casi todo el mundo, incluidos el presidente de la Junta y el alcalde de Cáceres, ha visto con buenos ojos el proyecto del Atrio Hotel Relais & Chateaux en la plaza de San Mateo desde que se conociera la iniciativa de Toño Pérez y José Polo, apadrinada por el consejero de Economía, Manuel Amigo, y la Sociedad de Fomento, que participa en la inversión.

Sin embargo, la actuación sobre los dos edificios afectados en lo que puede ser una de las intervenciones más significativas de los últimos años, según el anteproyecto de los arquitectos Luis Mansilla y Emilio Tuñón, plantea algunos interrogantes por el efecto que podrá tener sobre el entorno. Técnicos municipales consultados por este diario y el catedrático en Urbanismo de la Uex y miembro de la comisión de seguimiento del Plan Especial, Antonio Campesino, así lo apuntan. Señalan, además, que será necesario modificar el Plan Especial para acometerlo. Los arquitectos responden a las cuestiones planteadas.

Cambios en la normativa

Tres aspectos que propone el anteproyecto no están permitidos inicialmente por el Plan Especial de Protección de la Ciudad Monumental: agregar parcelas --son dos edificios y habrá que convertirlos en uno--, el aumento de volumen y las alineaciones de edificios. Antonio Campesino, quien aclara que ve positivo el proyecto aunque no con carta blanca, recuerda que modificaciones de este tipo ya se han hecho (en la Ribera del Marco), y que hoy el plan es como "un queso de Gruyere".

El retranqueo de algo más de un metro de los edificios, tanto por la plaza de San Mateo como por la calle Conde, también requiere de un cambio legal. La propuesta es alinear los edificios con la calle Ancha. Emilio Tuñón explica que es "un acto de generosidad" para completar la plaza de San Mateo y que gane presencia la torre de Sande, con lo que mejoraría su visión.

Demolerlo todo y construir de nuevo

Una de las preocupaciones apuntadas por las fuentes consultadas es que se plantea inicialmente tirar todo el edificio y construirlo de nuevo. Los dos inmuebles tienen únicamente una protección ambiental por su escaso valor arquitectónico, uno data de 1982 y el inmueble que fue sede de los Servicios Económicos de la Junta ha sufrido muchas alteraciones. Se teme por el futuro de los pocos elementos que conserva, bóvedas y el torreón que da a San Mateo.

Los arquitectos madrileños entienden que la protección ambiental se refiere al espacio público, al entorno, y que en el interior, lo que reclama es una reforma integral. "Creemos que damos una respuesta ambiental al Cáceres histórico, una respuesta cívica a la plaza de San Mateo y una funcional en el interior. Para que funcione este Relais & Chateaux, requiere una calidad de espacio y eso pasa por la supresión de esos pequeños elementos interiores y de las construcciones añadidas del siglo XX", explican los arquitectos. Añaden que no tienen interés en construir o demoler nada que no sea "en beneficio de la sociedad. Si la gente de Cáceres piensa que lo que planteamos no debe hacerse, no se hace. Queremos hacer el mejor edificio para Atrio y que responda a las necesidades de Cáceres, sus ciudadanos y turistas".

Fachadas, materiales y nuevas ventanas

La reconstrucción de la fachada, con nuevas ventanas y los materiales a emplear crean también incertidumbre. El temor es que el nuevo edificio suponga una distorsión con el entorno como se considera que es el anexo del Archivo Provincial, en la plaza del Conde de Canilleros, o como ha sido en Avila la edificación firmada por Rafael Moneo en la plaza de Santa Teresa, critica por la Unesco. Los técnicos consideran que la distribución de los huecos habría que conservarla.

Emilio Tuñón asegura que la fachada será de piedra de la zona envejecida. "Vamos a buscar en las canteras para que tengan el tono cálido del casco histórico, utilizando sillares y ventanas de madera". Se tratará --especifica-- de respetar absolutamente el ambiente del casco histórico, la textura y el paso del tiempo, manteniendo todas las cicatrices y heridas que tiene la pared. "Se tapan los huecos existentes y se abren unos nuevos como una cara cubista".

Por todo ello, afirma que los edificios de Hernández Gil y Moneo no tienen nada que ver con éste. "Nosotros trabajamos con materiales de la zona, utilizando sistemas de construcción del siglo XV, con ventanas inspiradas literalmente en el sistema de Cáceres, más aleatorio y casual, no con huecos repetitivos como hacen los edificios de Avila y el archivo cacereño. No tienen nada que ver", insiste.

La idea de casa fuerte y las nuevas alturas

Un "contenedor novísimo", según detalla Campesino, en forma de cubo que asomará a la plaza de San Mateo, con una planta más de la actual --casi 4,5 metros de altura--, también causa cierta preocupación. "Nosotros hemos planteado el proyecto no de dentro a fuera, sino de fuera a dentro --explican los autores del diseño-- y nos preguntamos qué altura reclamaba la plaza de San Mateo. Pensamos que, aunque se puede poner en duda, es la que proponemos". Los arquitectos consideran que es la "mejor solución" que se puede dar a la fachada, que "debe configurar y rematar la del espacio público de San Mateo como una casa fuerte".

Antonio Campesino estima, en contra, que el edificio no debería competir en alturas con otros del entorno y, aunque el interior no se vea, el formato externo "debe saber ensamblar el elemento de nuevo patrimonio con el viejo".

La cubierta de tejas pasaría a ser plana

El diseño de Tuñón y Mansilla contempla un sistema de cubierta plana. Actualmente, los edificios tienen la cubierta más habitual en el casco histórico, que es la de teja inclinada. La propuesta despierta cierto disgusto entre los técnicos consultados, que no entienden la solución que elimina el tipo tradicional.

Emilio Tuñón afirma al respecto que ha sido una decisión "muy sopesada". Explica que Cáceres tiene una densidad muy grande de cubiertas de teja inclinada, sin embargo que también existen elementos horizontales, como las propias torres. "Yo creo que es bueno que Cáceres conserve ese tipo de tejado tradicional, pero no tiene que ser excluyente", defiende.

En este sentido, detalla que hay lugares emblemáticos que, recuperando ese carácter de casa fuerte, reclaman unas cubiertas planas como sería este caso. Así, sería también de granito, como la fachada, como si ésta se plegara cubriendo el edificio. Parte del mismo, además, sería sin cubierta, donde se prevén instalar una piscina y terrazas.

Los arquitectos destacan que la solución es absolutamente tradicional y que responde a la idea de una casa fuerte que se construye en el siglo XXI. "Será un edificio que hable de tradición en su forma, pero que trata de ser la estrella de Cáceres en el siglo XXI".