El nuevo plan de urbanismo planifica una ciudad para 50 años, pero son los sectores de prioridad uno y con ordenación (manzanas de pisos, dotaciones, viarios...) detallada en el mismo plan los más llamativos por ser los primeros en desarrollarse, y dentro de éstos es el sector previsto junto al ferial el que tiene una mayor extensión (200 hectáreas) y mayor volumen de pisos (7.555), aunque no es el de mayor densidad de vivienda.

La actuación en este sector permite al consistorio obtener suelo junto al actual ferial, con una cesión que dobla el espacio que ahora ocupa el recinto. Con su desarrollo se obtendría suelo para otras dotaciones (la zona verde de la Montaña está entre las primeras prioridades) ubicadas fuera del sector.

Pero también supondrá la transformación en urbanizable de terrenos que ahora son no urbanos y que prolongarán la ciudad al sur de Charca Musia. Esta actuación provocó que se iniciase el nuevo plan. Ahora la superficie y las viviendas son superiores, pero también las cesiones de suelo a la ciudad.

La viviendas proyectadas tendrán una altura máxima de cinco alturas, y entre el ferial y la N-630 y junto a la carretera de Medellín se reserva suelo comercial y de oficinas.

Lo previsto ahora en el plan es una idea, no hay nada aprobado. No obstante, si es llamativo el ferial, lo es más lo previsto detrás de la estación, suelo que el plan en vigor califica ya como urbanizable, pero olvidado. Su desarrollo está condicionado por el traslado de la estación y por la recuperación de la cantera de La Labradora. El espacio para los pisos está en 3 zonas que dan continuidad a Cabezarrubia, al residencial previsto junto a la vía y a Aldea Moret. Es un sector en el que, al igual que en el ferial, se proyectan cesiones de suelo al consistorio, y que se planifica con grandes espacios libres: el cerro de los Pinos y el corredor sin edificaciones que cruza el sector desde el límite con Cabezarrubia a Las Minas.