Más de medio centenar de palacios, casas fuertes, conventos, iglesias y torres forman una de las ciudadelas de la Edad Media más completas del mundo. La riqueza patrimonial de Cáceres no solo se queda en los títulos (Tercer Conjunto Monumental de Europa y Patrimonio de la Humanidad), sino que puede admirarse cada vez más cruzando realmente las puertas de los propios recintos para pasear por la historia. Los esfuerzos de instituciones, fundaciones y empresarios han permitido abrir un buen número de palacios en los últimos tiempos, bien como recintos administrativos, bien como hoteles/restaurantes, bien como centros culturales. Sea como sea, el privilegio de traspasar sus umbrales se ampliará a veintiséis palacios con las obras previstas.

La mayor reforma tendrá lugar en la casa Vargas Figueroa de Cáceres, un amplio inmueble del siglo XVIII situado en pleno corazón monumental (Cuesta de la Compañía), donde se invertirán nada menos que 1,5 millones de euros para reconvertirla en un albergue (30 camas en pleno casco histórico a precio asequible), un restaurante (dos comedores distribuidos en dos plantas con un patio privado de 190 metros cuadrados), una sala de proyectos sociales (ya se llevan a cabo en la casa del Sol, por ejemplo un programa de conciliación familiar) y un centro de interpretación sobre el patrimonio de los marqueses de Ovando y su antiguo archivo, un linaje que cedió esta casa al obispado cacereño.

La rehabilitación será financiada íntegramente por los misioneros de la Preciosa Sangre, orden religiosa que tiene el derecho de usufructo de la casa y que reside en otra construcción emblemática anexa: la casa del Sol.

ÚLTIMO TRÁMITE / «Estamos a la espera de la licencia y en cuanto la tengamos, iniciaremos las obras», explica Felipe Sáez, responsable de la Fundación San Gaspar del Búfalo, que gestiona el patrimonio de la orden. La ejecución del proyecto llevará unos dieciocho meses y se prevé que esté listo a finales de 2018 o principios de 2019. La fachada no se tocará, al tratarse de un inmueble declarado Bien de Interés Cultural (BIC).

El objetivo es mejorar el estado de conservación del inmueble, que lleva casi medio siglo cerrado, y darle un uso social y sostenible para obtener recursos que permitan mantener las misiones pastorales de la congregación en todo el mundo. Los espacios serán gestionados por la fundación San Gaspar del Búfalo, a excepción del restaurante, que se externalizará. «Hemos recibido numerosas propuestas de empresas dispuestas a explotarlo», afirma Felipe Sáez.

La que sí está en marcha desde hace dos semanas es la obra para hacer accesible la torre del palacio de las Cigüeñas (siglo XV), un monumento que se unirá al listado cada vez mayor de edificios visitables en el casco histórico. Sede del Gobierno Militar, se trata de la única torre que mantuvo sus almenas y del punto más alto de la ciudad, por tanto será un mirador privilegiado. El convenio entre el ayuntamiento y el Ministerio de Defensa ha permitido sacar adelante este proyecto impulsado desde el Consorcio Cáceres Ciudad Histórica, que estará listo en dos meses y medio con una inversión de 50.000 euros

Aunque ya existe un acceso a la torre, la obra permitirá abrir una entrada directa desde el zaguán a las escaleras e instalar una barandilla, nueva iluminación y cámaras. Las almenas se protegerán con un vidrio especial de seguridad no reflectante. También está prevista la colocación de nuevo pavimento en la propia torre.

Mientras, el mayor palacio de la parte antigua, los Golfines de Abajo (siglos XV y XVI), ya lleva justo año y medio abierto al público, que puede pasear por sus salones, por su patio porticado y por la magnífica sala de los Linajes, entre otras estancias. Pues bien, la Fundación Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno, propietaria de éste y de otros recintos históricos, acometerá en breve una nueva obra para rehabilitar el patio de 1.000 metros cuadrados, las tres fachadas interiores (morteros de cal y esgrafiados) y el empedrado, todo ello con un coste de unos 250.000 euros. El ayuntamiento y la Comisión de Patrimonio ya han dado su visto bueno al proyecto.

Otro edificio emblemático que lleva años dormido y que cobrará nueva vida será la casa palaciega de los los Paredes-Saavedra, situada en la calle Ancha, justo frente al Parador. Se trata de una auténtica joya con elementos de estilo mudéjar, gótico y renacentista, levantada en los siglos XIV y XV con una importante reforma en el XVI, y con restauraciones posteriores. Al pertenecer a más de treinta herederos, su venta ha sido complicada, en realidad lleva años en el mercado inmobiliario, pero finalmente la han adquirido Toño Pérez y José Polo, titulares de Atrio Restaurante Hotel Relais & Chateaux.

«Estamos muy ilusionados, para empezar vamos a investigar bien la historia de este edificio, que parece que fue una casa-torre antes de convertirse en palacio en el Renacimiento. Hemos recurrido a historiadores, catedráticos, arquitectos, profesionales del Archivo Histórico y del Consorcio Cáceres Ciudad Histórica, y a los propios herederos con su documentación. Nosotros mismos estamos viendo numerosos estudios desde la Reconquista en Cáceres», explica José Polo. «Vamos a aprender a leer la casa y posteriormente la pondremos en valor para que quede consolidada por mucho tiempo», afirman los nuevos titulares, conscientes de su responsabilidad. Confiesan que les gustaría trasladar allí su hogar, pero tampoco descartan habilitar algunos cuartos para que formen parte del complejo de Atrio, a escasos metros, incluso ambas ideas a la vez. «No tenemos nada decidido aún», confiesan.

Otros dos recintos emblemáticos pendientes de obra son la casa de los Caballos y el palacio de las Veletas (siglo XVI), los dos contenedores de la historia cacereña ya que forman el Museo de Cáceres. El último gobierno de Felipe González aprobó su rehabilitación allá por 1995, pero se suceden las esperas. Hace tres semanas, el Gobierno reiteró su intención de incluir este gasto en los Presupuestos Generales del Estado (unos 8 millones de euros).

TODOS LOS PALACIOS / En total Cáceres suma 26 palacios de uso público (incluyendo la casa de Vargas Figueroa y el palacio de las Cigüeñas). Algunos tienen contenidos hosteleros como los Golfines de Arriba (restaurante y bodas), el palacio de los Saavedra-Torre de Sande (restaurante), la casa de Durán de la Rocha (Lancelot), la casa de Ovando-Aldana (La Cacharrería) o el Parador de Turismo, que ocupa dos palacios: el del Comendador de Alcuéscar y la Casa de Ovando-Perero.

Las instituciones públicas también se han hecho paulatinamente con la titularidad de muchos recintos, garantizando su conservación. La Diputación tiene el mayor número: el palacio Provincial, el palacio de Carvajal (Patronato de Turismo), la casa de los Duques de Valencia, el solar de los Ulloa (Bellas Artes), la casa de los Moraga (Centro Provincial de Artesanía), y el palacio de las Veletas y la Casa de los Caballos (ambos cedidos a la Junta como Museo de Cáceres).

Además, la Casa de los Ribera y el Palacio de la Generala albergan los servicios centrales de la Universidad; el Palacio Luisa de Carvajal tiene diversos contenidos de la Junta de Extremadura (Filmoteca, Escuela de Arte Dramático...); el palacio de las Cigueñas funciona como sede del Gobierno Militar; el palacio de Mayoralgo, como sede de Liberbank en Cáceres; el palacio de los Toledo Moctezuma, como Archivo Histórico Provincial; la casa del Mono, como sede de la biblioteca Zamora Vicente; el palacio del Duque de Abrantes, como residencia femenina; la casa de los Becerra, como Fundación Mercedes Calles; y los Golfines de Abajo, como museo desde 2015.

La iglesia tiene templos, conventos y tres palacios muy significativos: la casa del Sol, la casa de Vargas Figueroa y el palacio Episcopal, también abierto.

Además, el casco antiguo mantiene una media docena de palacios que son hogares privados.