El grupo municipal de IU fue ayer el primero que se pronunció públicamente sobre el estudio de viabilidad de la concesión. Su concejal, Santiago Pavón, advirtió de que entre los costes de la concesión no se está teniendo en cuenta la repercusión que tendrá en el recibo traer el agua desde Portaje (trasvase que podría estar operativo en el 2011), lo que abriría la puerta a que la empresa concesionaria pida una revisión del contrato a los pocos meses de entrar en vigor.

Pavón reiteró que se tienen que sacar de la concesión todas las obras que se pretenden financiar con cargo a la misma para reducir el impacto que el nuevo contrato tendrá en la tarifa que pagan los usuarios.

IU defiende que la concesión del servicio la lleve una empresa mixta (participada por el ayuntamiento con un 51%), lo que dificulta el posible acuerdo con el resto de grupos, que apoyan la gestión indirecta (por una empresa privada). Para sacar el expediente de la concesión, el gobierno socialista necesita llegar a un acuerdo con el PP. La incidencia de la concesión en la tasa será el principal punto de negociación.

Para redactar el plan de viabilidad de la concesión, el consistorio contó, con un contrato menor, con la empresa Consultores de las Administraciones Públicas.