Los jabalíes se han convertido en las últimas semanas en visitantes habituales de la ciudad. La última vez que se les vio fue la noche del martes pasado, campando a sus anchas por los jardines del campus universitarios. Lo han revuelto todo y han dejado el césped levantado por las zonas en las que estuvieron, en busca de comida y agua.

En este caso eran cuatro. Pero no es la primera vez que se les ve por el casco urbano de la ciudad. Los vecinos de Residencial Universidad ya denunciaron a mediados del mes de septiembre esta situación, ya que se encontraron a varios jabalíes en el parque ubicado frente a la calle Oscar Arias Sánchez.

Se mueven sobre todo por las zonas cercanas a la ladera de la montaña. Según explica el jefe de la Policía Local, Angel Carvajal, también se les ha visto en la rotonda de la Guardia Civil, en la barriada de Vistahermosa, en la gasolinera situada frente a Charca Musia o en la antigua cantera de Olleta. "La zona baja de la montaña la tienen toda arrasada. Hacen destrozos en los jardines de los barrios, las zonas verdes están levantadas", señaló a este diario Angel Carvajal.

La Patrulla Verde es la encargada de reconducir a estos animales a la montaña, lugar en el que viven de manera habitual. Una actividad que realizan casi a diario, ya que prácticamente todas las jornadas, cuando cae el sol, reciben una llamada denunciando la presencia de cochinos. Alertan de que están acostumbrados a la raza humana y que, por lo general, no son peligrosos; pero, ante su presencia, se recomienda actuar con precaución. "El jabalí no ataca si no es atacado. Solo es peligroso si está herido o si le intentan quitar a sus crías", subraya el jefe de la Policía Local.

La aparición de estos animales se debe al exceso de jabalíes en la montaña. El alimento y el agua no llega para todos, por lo que se ven obligados a salir a buscarlo a otros lugares. Lo hacen siempre cuando oscurece y el movimiento de ciudadanos es mucho menor. El problema del aumento de población de esta especie viene dado porque, según señala el responsable de la policía municipal, la Junta de Extremadura no ha llevado a cabo las batidas anuales. "Si esto no se regula va creciendo y ocurre lo que está pasando", señala Carvajal.

Desde la Consejería de Medio Ambiente y Rural, Políticas Agrarias y Territorio del Ejecutivo regional aseguran que no han recibido ninguna denuncia sobre este asunto, ni por parte de la policía ni de la Guardia Civil o el ayuntamiento. Sin embargo no aclaran si desde el gobierno autonómico se han llevado a cabo batidas para controlar la presencia de estos animales.