Vuelve Cirilo desde Las Hurdes con sus mieles, aunque sin reservas de Ciripolen; vuelve El Tornavaqueño con su lomo ibérico de altura; vuelve la bolillera Isabel Rivero con sus filigranas; vuelven los jamones Morán de Malpartida, y la patatera en tarrina de Torrecillas, y los quesos de la Serena, y los deliciosos cagajones y quesadillas de la dulcería típica garrovillana. La XIII Muestra Regional de Artesanía y la XXI Muestra de Productos Extremeños abrieron ayer en Cánovas con la bendición del alcalde y los concejales, que fueron ampliamente agasajados.

Más de 50 puestos forman las exposiciones, donde el ciudadano puede decorar su casa, comprarse los mejores complementos artesanos y llenar exquisitamente el frigorífico y la bodega. El alcalde Saponi y la portavoz del PSOE, Carmen Heras, tuvieron que hacer un esfuerzo para no rechazar ningún aperitivo: degustaron desde el queso de cabra de Ceclavín hasta el chorizo de Cañaveral y los jamones de la tierra. "La feria nos va muy bien, venimos hace 20 años", les dijeron Jesús y Verónica en su puesto de embutidos del Jerte.

También destacan los talleres solidarios, que esta vez reúnen fondos para Bolivia, Méjico, Angola, Perú y colectivos de enfermos y discapacitados.